
Después de una noche donde se mezcló la pasión con el amor, me costó entender que Ua me despertara con una batería de preguntas: ―¿Ayer qué hice? ¿Cómo llegué a la cama? ― susurró en mi oído para acto seguido decirme si la había tomado como mujer. Sin llegarme a espabilar, contesté que se había emborrachado. Mi escueta respuesta no la satisfizo y con los ojos abiertos de par en par, insistió pidiendo que le confirmara si la había poseído. Creyendo que lo que quería era repertir, la atraje hacia mí y la besé, pero curiosamente la pelirroja se […]