
MEMORIAS DE UN EXHIBICIONISTA (Parte 10): CAPÍTULO 19: SIN ENTERARME DE NADA: El jueves tuve que pegarme un madrugón de campeonato, pues tenía que coger el coche e i rme a la quinta puñeta, cosa que no me apetecía lo más mínimo. Me levanté como un zombie, los ojos medio cerrados y me metí en el baño para darme una buena ducha. Me vestí en silencio, con el modo sigiloso activado, procurando por todos los medios no despertar a Tati, que yacía comatosa en la cama, boca abajo, con el pelo revuelto tapándole la cara. Mirarla me enterneció y un […]