Relato erótico: “La infiel Diana y sus cornudos (Adrián) parte 7” (PUBLICADO POR BOSTMUTRU)

mi novia sigue engañándome y se sale de control junto con mi madre Javier siguió aprovechándose de mi novia como siempre me contaba todo lo que le hacía y aprovechaba para humillarme me hacía masturbarlo a veces terminaba en mi cara en otras ocasiones me hacía mamársela y me terminaba en la boca, me contaba como invitaba a salir a mi novia ella me decía mentiras para poder verse con Javier, ella me decía que iba a estudiar con los compañeros de la universidad o que iba a salir con amigas, que se iba de paseo con la familia etc, […]

Relato erótico: “Maquinas de placer 09” (POR MARTINA LEMMI)

Cuando el empleado anunció la presencia de Luke Nolan en la puerta del despacho de Carla Karlsten, ésta hizo seña de que simplemente le dejase pasar y se retirase.  Luke, entró con timidez y saludó nerviosa pero cortésmente a la ejecutiva para luego girar la cabeza hacia su vecino Jack, quien se hallaba en la silla de enfrente.  “Es un gusto tenerte aquí, Luke” – le saludó Miss Karlsten , sonriente -; toma asiento” El recién llegado, sin poder salir de su nerviosismo, tomó asiento en la silla que se hallaba junto a la de Jack y apoyó en su […]

Relato erótico: “navidades blancas, porno y calientes” (PUBLICADO POR VALEROSO32)

nunca me habían gustado estas fiestas estaba siempre amargado no tenía ilusión por nada. odiaba la navidad deseando que pasaran pronto. mis padres habían muerto y mi hermana se había ido a vivir con su novio. mis amigos estaban casados ósea que estaba más solo que la una. me compraba cualquier cosa esperando que pasara esta maldita noche como otras tantas y así todos los años. mi nombre es Jonás y esta es mi historia era noche buena procuré cenar cualquier cosa para acostarme pronto a ver si pasaban estas malditas fiestas cuando sentí un ruido, mejor dicho, un sonido […]

Relato erótico: La viuda de mi hijo y su madre son ahora mis putas 4 (POR GOLFO)

En la cocina me encontré a Teresa dando de desayunar a Manolito. Curiosamente, al entrar y sin que tuviera que decir nada, dejó al niño y tras ponerme un café, me preguntó si deseaba algo más.         ―No, con el café me basta― contesté mientras daba un repaso a lo bien que le quedaba el uniforme.         De haber sido una criada “normal”, le hubiese dado las gracias. “Perra”, en cambio, con el sonoro azote que descargué sobre sus nalgas debía darse por satisfecha. Para mi extrañeza, la zorra no solo no se quejó, sino que, esbozando una sonrisa, se […]