
CASANOVA: (12ª parte) POR FIN, MI HERMANA… Había sobrevivido. Había logrado soportar el castigo con notable entereza y determinación, como un hombre (y una mierda, si no llega a ser por Dickie y María, me muero). Bueno, daba igual, lo cierto era que por fin se había acabado mi suplicio, y yo, tras todos los sucesos de esos meses, había salido muy reforzado mentalmente… y sexualmente. Las cosas volvían a pintar muy bien, pues al lograr que readmitieran a Tomasa, las criadas habían quedado tremendamente impresionadas, por lo que volvían a convertirse en presas fáciles. Si a esto le uníamos […]