
Martes, 30 de abril. Me despiertan las discusiones de los niños por el uso de los lavabos, les teníamos dicho que debían utilizar el del pasillo y no entrar en el de nuestro dormitorio. Estoy solo en la cama. La puerta de la entrada se cierra, se han ido al colegio. Hoy va a ser un día movido, espero a Marga para organizar la decoración del piso en función de las necesidades del negocio. Oigo hablar, son las voces de Marga y Mila. Salgo al pasillo para oír mejor. –No lo esperaba de ti, Marga, de cualquiera menos de ti.— […]