
Mi cuñada, mi alumna, mi amante (9 y final) Desperté de un plácido sueño y, gracias a la tenue luz que entraba por la ventana, confirmé que me encontraba dentro de uno aún mejor. A mi derecha, completamente desnuda, dormía boca arriba mi amante esposa. A mi izquierda, también totalmente desnuda pero boca abajo, dormía mi cuñada amante. La belleza de los dos cuerpos, uno mostrándome sus firmes y manejables pechos, y el otro regalándome la vista con su redondo y firme culito, parecía surgida de una divina ensoñación. Miré el despertador y corroboré lo que la suave luz de […]