Relato erótico: “Mi nueva vida” (POR SOLITARIO)

Tras los “16 días cambiaron mi vida”, he continuado esta especie de diario en el que vuelco mis ideas, pensamientos, frustraciones, vivencias y transcripciones de lo grabado en los equipos que tengo instalados en un apartamento, desde donde controlo casi todo lo que ocurre en mi casa. Realmente mi vida cambió. Tan profundo fue el cambio que ahora no me reconozco a mí mismo. No sé que me deparara el futuro pero sea lo que sea no será peor que esos nefastos 16 días. Del 8 al 24 de abril de 2013. Estoy construyendo un nuevo mundo en el que […]

Relato erótico: “El retrato de la madre de Dorian grey” (POR SIGMA)

EL RETRATO DE LA MADRE DE DORIAN GREY por Anonymous-024 traducido por Sigma Mi nombre es Dorian – tengo 16 años y ahora soy el hombre de la casa. Mi padre huyó de mi madre y de mí hace casi tres años. Me alegra que se fuera. Solía venir a casa ebrio y golpear a mi mamá. Después lo sentiría y sería amoroso por un rato, pero no dejó la bebida, ni dejó de golpearla una y otra vez.   No lo entendí. Era casi como si mamá aguantara los golpes porque disfrutaba la atención extra cuando él se arrepentía. […]

Relato erótico: “Diario de una doctora infiel 10” (POR MARTINA LEMMI)

 No sé a qué hora terminé regresando a casa, ya que después del delirante episodio en la estación de servicio, todavía tenía que volver a pasar por el consultorio para ducharme y cambiarme, cosa que en definitiva no había hecho en mi pasada anterior  aun cuando fuera justamente a eso a lo que había ido.  Damián, por supuesto, ya dormía; nuestra relación se estaba volviendo cada vez más fría y distante.  Era impensable que no fuera así: mis salidas hasta cualquier hora con las consecuentes sospechas, sumadas a mi propio alejamiento de él, no podían llevar a otra cosa más […]

Relato erótico: “Mi prima preñada y su dinero, mis mejores afrodisiacos 3” (POR GOLFO)

Mi prima preñada y su dinero, mis mejores afrodisiacos 3 «¿Quién narices cena a las seis?», me dije mientras me acicalaba al salir del baño, «¡Es temprano hasta para merendar!». Sin rastro de hambre y con más ganas de tomarme una cerveza que de comer algo, decidí vestirme de modo informal. Una camisa y un pantalón de pinzas me parecieron una etiqueta suficiente para la cita. «No voy a cenar con el rey sino con mi prima», sentencié y mirándome en el espejo, me cabreó descubrir que las canas empezaban a poblar mi cabello. No obstante y a pesar de […]