
Vacaciones con mamá (Día 4) A la mañana siguiente vuelvo a despertarme y ella está en el baño. Cuando abre la puerta aparece una vez más con el diminuto bikini, que vuelve a despertar a todos mis bajos instintos, incluyendo, cómo no, a mi desgraciada polla que salta como un resorte. Se mira al espejo y con sus manos se ubica bien el sostén de ese pequeño bikini para que no se escape accidentalmente ninguno de sus pezones. Mi visión es la de ese redondo culo y esa tirilla amarilla que se va colando por sus glúteos hasta desaparecer y […]