
En todos los edificios hay una mujer buenorra que levanta el ánimo de sus vecinos cuando la ven pasar por el portal. Si por casualidad la comunidad tiene piscina, su mera presencia tomando el sol provoca que aumente el número de hombres que por casualidad bajan a darse un chapuzón. Parece algo connatural a los tíos, sabiendo que es peligroso acercarse a ella, olvidan que su esposa puede pillarlos y se pavonean metiendo tripa por el borde del jardín, con la inútil esperanza que se fije en ellos. Así era Paloma. Una impresionante hembra de enormes senos y mejor […]