
Calladamente llega a clases, entra a la sala y se ubica en su puesto a la espera que llegue el profesor. Reservada y tranquila, así es ella. Saluda a sus compañeras de manera bastante seria, algo típico en Gabriela. Al principio les molestaba su actitud tan distante, pero ahora ya no la toman en cuenta, “es una perra amargada” dijeron en una ocasión. Gabriela mantiene distancia con todo en el curso. Siempre trabaja sola y cuando debe hacerlo con otro compañero lo hace solo en el colegio, rara vez se junta con alguien después de clases a menos que […]