
Tuvimos una cena de Navidad tranquila. Y amenazó con no serlo, porque la señora Scholz dejó caer en la comida que tendríamos un invitado e inmediatamente Herman desencadenó una lucha verbal para que Furhmann no cenase con nosotros. Su madre se parapetaba en el hecho de que era un amigo de la familia, amigo de su propio padre. Pero no calibró bien la estrategia y lo que tenía que ser un atenuante para su hijo, terminó siendo un agravante que se volvió contra ella cuando éste la dejó sin palabras al espetarle que precisamente por eso tenía que darle […]