
Deambule algunos minutos, sumido en recuerdos, tal vez en remordimientos por haber dejado a una estupenda chica. Había terminado con Viviana y no tenia nada definido con Mili, prácticamente había saltado al vacío… en fin… me di cuenta que no llegaría a mi casa caminando, además en mi errático andar prácticamente me había perdido. Tome un taxi a casa, me sumía en mil y un pensamientos, esperanzadores por momentos, y funestos después… hasta que: ¿Te conosco?… si… me pregunto el taxista. ¿A mi?… no creo… repuse sin darle mucha atención. Si… ya me acorde… tu eres el muchacho que estaba […]