
Amanecí con una ligera resaca. La noche anterior nos pasamos un poco y acabé bebiendo más de lo que pensaba. A Brooke le pasó lo mismo, pero en ese momento estaba dormida como una piedra. Me levanté en silencio y me dirigí a la cocina. Desayuné y fui al salón para ver la tele un rato mientras esperaba que ella se levantase. Poco más de media hora después apareció anudándose descuidadamente una bata de raso para a continuación sujetarse la cabeza con las manos. —Si vuelvo a beber, mátame. —se quejó lastimera mientras se acurrucaba a mi lado en el […]