
Tras unos minutos de besos y caricias, nos apartamos, aun cansados pero sin sueño. Los dos recostados de lado, frente a frente, solo nos mirábamos y sonreíamos. Nos negábamos a dar fin a ese mágico momento. Solo ella se atrevió a preguntar: ¿Tú crees que esto es normal?, ya sabes, hacerlo tantas veces en una noche… Bueno, creo que al principio es así… uno lo hace como conejo… en todos los lugares que puede y en todas las posiciones que puede… ¿No te ha pasado antes?… Eso de estar así… tal vez 2 o 3 veces, quizás 4 sea mi […]