
1 La noche era oscura y fría, una noche invernal que cubría con un manto blanco las calles de Oslo, convirtiendo el exterior en un lugar inhóspito cuya vida se ceñía a los inevitables desplazamientos entre los confortables y cálidos interiores de los edificios de la antigua ciudad vikinga. Markus, como se hacía llamar en aquellas latitudes, había acudido a un congreso médico que se celebraba en un antiguo y lujoso hotel de la ciudad. Le gustaba todo lo que tuviera regusto antiguo, de épocas pasadas, y aunque sabía que “su enfermedad” no tenía cura, aquel congreso le venía como […]