
Placeres para el ojo. Nota de la autora: si desean comentar, opinar, o simplemente charlar sobre el relato, pueden hacerlo en janis.estigma@hotmail.es Pasaba de las tres semanas, la estancia de Cristo en Nueva York, y, a cada día que contaba, se sentía mejor en aquel Nuevo Mundo. Como buen gitano, ya se había recorrido todo el barrio, analizando sus pros y contras, así como un par de rutas de escape, prácticamente como deformación de su educación. Mantenía clasificados, en su cabeza, por orden de importancia, todos los chollos que había descubierto. No tenía un propósito definido para ellos, pero era […]