
El precio de la guerra. Nota de la autora: Pueden enviar sus comentarios y opiniones a janis.estigma@hotmail.es Prometo contestar, ― Sergio… Sergio… Es como un canto de sirena. Una cálida y sensual voz que repite mi nombre, ente las brumas oníricas. Mis labios se curvan en una cómoda sonrisa. ― Sergio… Si, esa voz me pone… Es la de Denisse, nuestra preciosa abogada francesa… voy a soñar con ella… ― ¡SERGIO! ¡Despierta, coño, que Denisse está aquí! “¿Aquí? ¿Cómo que aquí?”. Me incorporo en la cama. Maby está abrazada a mí, desnuda, con una de sus piernas cabalgando mi cadera […]