
EL CLUB 8 Aunque fue bastante rápido, Eliseo creyó ver en cámara lenta cómo Pilar y Blanca se arrodillaban, hombro con hombro, ante su desnudo y erecto falo. Las dos lo miraron a los ojos, parecían esperar el pitazo de arranque. Congelado de placer, Eliseo intentó hablar sin que de su boca pudiera salir sonido alguno. Las chicas rieron, divertidas por la escena, entonces Blanca decidió tomar el caso. Llevó su mano a la endurecida verga de su hermanastro y, en vez de llevársela a la boca, como Eliseo ansiosamente esperaba, le ofreció el enrojecido glande del muchacho a Pilar […]