
Conocí a Lucy en el trabajo, a simple vista era una chica tímida, con una pinta del típico fetiche de secretaria a la antigua o de bibliotecaria reprimida… con lentes gruesos, piel clara casi pálida, vestida como persona mayor… a simple vista no llamaría mucho la atención, era un prototipo de Betty la fea, solo que reservada, seria. Pero justamente esta apariencia fue la que, en un momento de relajo del estrés del trabajo, hizo que a manera de juego me fije más en su apariencia… no tanto en lo que uno ve rápidamente… sino en los detalles: tenía ojos […]