
Los guardias: “¿Podemos venir mañana con los compañeros del otro turno?” Viendo el estado en que se encontraba Silvia, les dije de quedar para el jueves dejando un día de descanso y así darle tiempo para que se recuperase. Y quedamos todos para el jueves siguiente, con el añadido de los guardias del otro turno. Cuando se fueron, después de múltiples agradecimientos y felicitaciones a Silvia, la mandé doblarse sobre el respaldo de una silla, con la cabeza hacia el asiento, atando sus pies a las patas traseras y las manos a las delanteras, quedando totalmente ofrecida. Su tenía coño […]