
Pensé advertirle a Vane de las intenciones de Guille, pero no sabía cómo reaccionaría ella, me creería o no… de hacerlo podía acusarlo con su padre que no dudaría en mandar a darle una golpiza dejándolo mal, hasta invalido, si no es que lo mandaba desaparecer… No creía exagerar, había escuchado historias de líderes de sindicato en sus empresas que terminaban en el hospital y alguna exageración de un tipo que lo tuvieron que armar como rompecabezas… no podía permitir que eso le pase a mi amigo… Entonces hice lo más decente que se me ocurrió… – Alo Sra… Ud. […]