
Había estado todo el día acurrucada en la cama sin salir de ella. Solo había salido de su habitación para bajar a comer y fue por insistencia de su ama de llaves. Comió en compañía de su marido y su hijo. Su marido comió deprisa, en silencio, absorto en el plato de comida. Su hijo, que no paró de mirarla durante toda la comida, tampoco abrió la boca para decir nada. Solo sonreía cada vez que su mirada se cruzaba con la de su madre. Más de una vez estuvo tentada de contarle a su marido […]