
El consuelo de mi suegra (1) A mis veintitrés años me he convertido en uno de los enólogos más jóvenes de la comarca. Bien es verdad que el hecho de tener como novia a la hija del dueño de la bodega ayuda bastante, no digo que no, pero no es por no quitarme méritos… desde pequeño he “nadado” en vino y se puede decir que puedo valorar y catalogar mejor que muchos de los experimentados profesionales que conozco. Provengo de una familia humilde, pero muy trabajadora y casi todo lo aprendí de mi abuelo, un hombre que sabía todo en […]