Laura se despertó al sentir la claridad colándose por las rendijas de la persiana. Estaba desubicada, se preguntaba donde estaba. Notó que estaba abrazada a alguien, abrió los ojo
s y la primera sensación que tuvo fue de vergüenza. La persona a la que estaba abrazada no era Pedro, su novio. Antonio… Recordó la noche anterior. Salió con sus amigas. Recordó que algo le habia empujado a ir a casa de ese señor. Había hecho el amor con ese hombre otra vez. Se ruborizó al sentir que estaba totalmente desnuda abrazada a él. La sábana había caido y bajó la vista por el estómago de ese hombre. Vio que él tambien estaba totalmente desnudo. Miro hacia la cara de él y vio que aún dormía. Su curiosidad la llevó a dirigir de nuevo su mirada hacia abajo. Bajo el ombligo reposaba el sexo de Antonio. Lo obervó detenidamente.Se preguntaba porque siendo así feo la atraía tanto. La piel no llegaba a cubrir el glande. Solo había visto a su novio desnudo y no podía evitar compararlos. Aquel glande era grueso,mas que el tronco del sexo. Le llamaba la atencion su color amoratado. A lo largo del tronco se marcaban mucho las venas. Le sorprendió que casi no tenía vellos, pensaba que eso de afeitarselos era cosa de la gente joven. Observó sus testículos. Eran grandes, estaban cubiertos de vellos cortos. Eran vellos canosos como los que tenía en la cabeza y pecho. Sintió esa sensación de nuevo por su cuerpo. No se reconocía ni a ella misma. Miró si seguía durmiendo y con muchos nervios acercó su mano. Pasó la yema del dedo índice por aquel tronco, recorrió con el dedo el camino que seguían las venas. Su dedo rozó los testículos y nerviosa abrió la mano y la puso en ellos. Un escalofrío le recorrió el cuerpo al acoger con delicadeza los testículos de Antonio con su mano. Los acarició con cuidado como dándoles un masaje. Laura enseguida sintió que aquel contacto la había hecho mojarse. No entendía que le pasaba con ese señor. Su vagina nunca se había mojado tan facilmente. Recordó la noche anterior…Antonio la habia lamido y besado entre las piernas. Nadie le había chupado entre las piernas y Antonio lo había hecho sin ni siquiera ella pedírselo.Al recordarlo sintió una sacudida electrica en su clítoris. Notaba sus muslos húmedos. Su sensible rajita estaba derramando su deseo por ellos. Instintivamente adelantó sus caderas para unirse a la pierna de Antonio. Tenía vergüenza de despertarlo y se movió frotándose despacio. La excitaba acariciar de esa manera a Antonio. Sorprendida sintió que aquel sexo comenzaba a moverse. Miró la cara de Antonio. Sus ojos cerrados le indicaban que estaba provocándole una erección aún estando dormido. Se maravilló por ello. Con mucho cuidado de no despertarlo puso su mano sobre el pene. Deseaba sentirlo crecer. El tacto de su mano lo hizo crecer rápidamente, en pocos segundos se había hinchado totalmente. En su mano sentía como aquel sexo palpitaba bajo su mano. Laura ni era consciente que cada vez se frotaba mas rápido contra el muslo de Antonio. Estaba muy excitada. Su mano agarró con delicadeza y comenzó a masturbar aquella polla que tantas sensaciones le producía. Estaba descontrolada por las sensaciones, su corazón latía muy fuerte.

    Antonio se despertó y sintió aquella caricia en sus testiculos. Recordó que aquella muchacha le habia pedido quedarse a dormir con él. Comprendió que se había despertado antes que él y la curiosidad la había llevado a explorar su cuerpo. Sentía la respiración agitada de la muchacha en su pecho. Sintió como la muchacha se movía contra él. Deseó abrazarla muy fuerte y hacerle el amor enseguida , cuando sintió que Laura pegaba su coñito a su pierna. En su muslo sintió lo mojada que estaba. Aquel sexo joven casi quemaba contra su pierna. Decidió hacerse el dormido y que la joven se sintiera libre para hacer lo que deseara. Antonio sintiendo aquella caricia en sus testículos, y como se frotaba contra él, no pudo evitar comenzar a excitarse. Estaba totalmente duro cuando sintió que su joven amante comenzaba a masturbarlo.
     Laura masturbaba aquel sexo y muy excitada apoyó su cara en el estómago de él. Deseaba mirar de cerca aquel pene mientras lo acariciaba. Se notaba totalmente mojada. Sus pezones muy endurecidos. Le fascinó tener tan cerca de su cara aquel sexo tan hinchado y grande. Pudo sentir el olor de hombre excitado que emanaba. Estaba muy nerviosa. Deseó hacer algo que nunca había hecho. Laura cerró los ojos y sin dejar de acariciar aquel pene bajó su cara hasta el muslo de aquel señor. Gimió al sentir como aquel glande excitado le rozo la boca. Deseaba hacerlo…..
      Antonio sintió como Laura bajaba su cabeza y se apoyaba en su muslo. Aquella muchacha lo masturbaba con verdadera pasión. Su corazón latía con muchisima fuerza. De pronto sintió que su glande rozaba los labios de esa niña. La escuchó gemir. El no quería que lo descubriera despierto. No quería que la muchacha se avergonzara y detuviera aquello. Se volvió loco de deseo y morbo al sentir que esa joven estaba masturbándolo contra su boca. Se frotaba los labios con su polla. La pasaba por su cara. La muchacha gemía contra sus testículos, contra su glande hinchado. Sentía que como siguiera así lo iba a hacer correrse enseguida. Antonio gimió de placer al sentir que Laura se la metía en la boca y lo chupaba. Aquella joven lo estaba volviendo loco. No era una mamada propiamente dicho pero lo estaba enloqueciendo. Laura tenía el glande por completo dentro de la boca y su lengua se enroscaba en el. Mientras su mano lo masturbaba con rapidez y deseo…Antonio gemía muy excitado…Miraba las nalgas desnudas de la muchacha, podía ver su coñito desde atrás asomar entre ellas…Deseó volver a lamer entre las piernas de ella. La giró hacia él de todo y la ayudó a subirse. La niña no dejaba de masturbarle y lamer su glande inflamado. Antonio contempló maravillado aquella vagina y separandole los labios con los dedos comenzó a mamarselo como si del mas suculento manjar se tratara. Laura gimió excitada al sentir la boca de aquel señor por segunda vez en su vagina. Antonio sintió el gemido de Laura en su polla. La lengua de aquella niña lo volvía loco. Laura muy excitada aumentó el ritmo de su mano…
          – Me vas a hacer correr pequeña, no sigas por favor…
       Al escuchar eso, Laura se estremeció. Comenzó a mover mas rápido la mano y ahora también sus labios chupaban aquel glande que tanto le gustaba su sabor. Antonio comenzó a temblar y sintió su polla estallar….Gimió de placer contra el coño de aquella niña. Se estaba corriendo en la boca de la muchacha. Laura descontrolada comenzó a frotarse contra la cara de Antonio. Se masturbaba contra su rostro. Antonio sentía aquel coño suave frotarse contra su boca, contra sus mejillas, sus ojos. Lo estaba empapando….Rozó su nariz y pudo oler el aroma embriagador de aquel sexo de niña excitada. Sintió como manaba de él muchisimo flujo y la sintió gemir. No pudo aguantar más con su polla en la boca pero no importaba, Antonio había eyaculado en la boca de Laura. La niña seguía corriéndose contra su cara, sus piernas temblaban mucho. Sintió que la boca de la joven se aferraba a su ingle y gemía….Habían tenido un orgasmo intenso. Se mantuvieron unos instantes en esa postura. Laura con sus piernas abiertas y su sexo en la cara de Antonio. Él tumbado debajo de ella, la cara de Laura en su muslo y sentía la respiración de la muchacha como una suave caricia en su polla…
        Laura se sintió feliz. Pensó que era una sensación muy intensa alcanzar el orgasmo al mismo tiempo que la otra persona, con Pedro nunca le había pasado. Podía sentir en su vagina el placer que le había dado aquel señor con su boca. Se quedó mirando aquel pene. Lo había chupado. Era la primera vez que besaba y lamía una polla. Sintió el sabor de la leche de aquel hombre. Se ruborizó al darse cuenta que le había permitido eyacular en su boca. Se ruborizó al pensar que se había tragado aquel semen. Se ruborizó al sentir que aquella polla fea sabía bien….
         Sonó el teléfono. En la mesilla de noche había un reloj-despertador y vió la hora. Eran las doce de la mañana. Se levantó corriendo a coger el teléfono. Era su madre.
           – Mamá voy ahora mismo para casa, me quedé a dormir en casa de Lucía – Laura se giró y miró a Antonio que la observaba con admiración, Laura le sonrió entre halagada y ruborizada.
           Antonio la miraba mientras hablaba con su madre. Era una criatura hermosa. Destilaba sensualidad por cada poro de su piel. No podía evitar mirar entre las piernas de aquella muchacha. Aquel coño era el más hermoso que jamás había visto. Era un sexo precioso y a su vez cargado de morbo por lo carnoso y abultado que era. Se fijó en su color rosado. Laura se avergonzó al estar hablando con su madre y sentir que Antonio la estaba mirando entre las piernas. Sonrió ruborizada y se cubrió con una camiseta. Sintió la mano de Antonio que estirándose sujetó la camiseta y se la retiró con ternura. Se estremeció al sentir que su vagina atraía tanto a ese señor. Se despidió de su madre y colgó. Se quedó de pie al borde la cama mirando a Antonio. Él acercó su mano y le cogió entre las piernas.
        – Tanto le gusta mi vagina? – le dijo con la voz entrecortada. Aquella mano le hacía sentir placer.
        – Es el coño mas precioso y delicado que conocí nunca –  aquella mano grande estaba abierta cubriendo todo el coño de la niña y comenzó a abrirla y cerrarla como apretándoselo – pero quien de verdad me gusta eres tu pequeña.
         Antonio se sorprendió a sí mismo diciendo esas palabras. Laura miró el sexo de Antonio y vio que crecía. Acercó su mano y lo agarró comenzando a moverlo. Le fascinaba masturbarlo.
           – Te gusta mi polla? – Antonio también hablaba entrecortadamente por la excitación que sentía.
           – Es fea….- La joven miraba aquel pene totalmente hinchado mientras lo pajeaba- …pero me encanta… – se ruborizó al reconocerle lo que sentía.
           – Estas empapada pequeña…- sentía su mano totalmente mojada por los flujos de aquella joven.
          Laura se sonrojó y se subió a la cama. Se puso sobre él. Al ser bastante más pequeña de estatura dejó su vagina apoyada en el estómago de él. Deseaba besarlo. Se fundieron en un profundo beso,acariciando sus lenguas entre sí. Antonio sintió como la joven se deslizó hacia abajo. Aquel coño rozó su polla. Laura apoyó su cara en su pecho…
            – Y usted está muy excitado también…- al moverse un poco aquella polla resbaló entre los pliegues de su vagina penetrándola.. Gimieron…
           Laura comenzó a moverse sobre él. Aquella muchacha se movía con deseo y ansia. Se volvió loco de deseo al verla incorporarse y observar sus pechos endurecidos. La joven apoyaba sus manos en su pecho y se movía. Sentían una excitación descontrolada. Gemían, jadeaban. Antonio la sentía muy excitada y eso lo hacía excitarse más aún. Aquella muchacha buscaba su orgasmo con anhelo. El cuerpo de aquella niña se tensaba y jadeaba al tener aquellos pequeños orgasmos cabalgándolo. Laura apoyó su cara y sus tetas sobre él y comenzó a subir y bajar sus caderas con rapidez. Nunca lo habían follado con esa desesperación, con esas ansias. Lo iba a hacer correrse en breves segundos. Antonio llevó sus manos a las caderas de la niña para ralentizar sus movimientos y prolongar aquello pero ya había superado el punto de no retorno. Se iba a correr y comenzó a moverse también él empujando hacia arriba fuerte. Se estaban follando el uno al otro a la vez…Laura sintió aquel primer chorro contra su útero y comenzó a orgasmar en los brazos de Antonio. Él sintió sus testículos vaciarse de nuevo en aquel coño maravilloso. Temblaron…Se abrazaron fuerte….
 
       

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