
Al amanecer, me despertó el ruido de Ixcell al levantarse. Zafándome del abrazo de Ol vido, salí del saco de dormir y cogiendo un pantalón, me vestí al recordar que la noche anterior y motivado quizás por el alcohol, había medio violado a esa profesora. La rubia al contemplar que me había despertado, ni se dignó a mirarme y obviándome se puso a preparar el desayuno, sin darse cuenta de la sorpresa que nos tenía preparada esa mañana. En un principio tampoco yo, advertí que a escasos metros de la hoguera, alguien había dejado frutas y un pequeño cervatillo a […]