
EL CLUB FINAL Sarah conducía despacio la camioneta Voyager de su madre, dobló por la entrada del auto motel y miró de reojo a Eliseo. Si ambos estaban nerviosos, no lo parecían. En realidad Sarah ya había estado ahí, Eliseo, nunca. De hecho, Eliseo nunca había ido a un motel; en cierto sentido, la diferencia entre la experiencia de ambos era bastante. – Creo que no hay nadie – murmuró Sarah, mientras esperaban a un lado de la caseta Eliseo estaba a punto de decir algo cuando la voz chillona de una mujer los sorprendió. – Buenas noches – dijo […]