Ricitos de Oro así la llamaban a Nuria una niña rubia de 2o añitos que estaba para comérsela con su pelo rubio y sus trencitas que a veces ella se hacía no que no sabía sus padres es que Nuria era una putita de cuidado. pasaba por ser una mujer angelical pero cuando sus padres no estaban en su cuarto se metía sus consoladores en su coño y en su culo hasta darse placer y correrse y pensaba en vergas y rabos que la follaban por todas las partes.

 un día dijeron sus padres:

– Ricitos nosotros nos vamos a trabajar cuida de la casa hija hasta que volvamos.

 ella enseguida que se fueron sus padres busco los consoladores y empezó a metérselos por el coño y el culo y a chuparlos, pero se aburrió y decidió dar una vuelta por el campo así que empezó a caminar, pero se perdió.

– dios -dijo- por dónde se va a casa.

  así que andando ya cansada y muerta de hambre encontró una cabaña con comida y tres camas quien vivirá aquí se comió la comida de la cabaña y se echó en una de las camas y se quedó dormida.

  la cabaña era de unos leñadores que vivían en el bosque y se dedicaban a la madera así que cuando terminaron su trabajo se fueron para casa.

– pero has visto José -dijo uno de ellos.

– si Ernesto nuestra casa está abierta alguien ha entrado.

–  vamos a ver- dijo Tomas y entraron en la casa y vieron que alguien se había comido su comida.

– alguien se ha comido nuestra comida joder- dijeron- y ahora que comemos vamos para arriba.

 y subieron a las habitaciones y vieron a una tía ósea a Ricitos durmiendo en sus camas, pero ella estaba desnuda como hacia siempre ya que dormida sin ropa.

–  joder que tía como tengo la poya.

– quien es esta yo que -se dijo Ernesto- pero menudo polvo tiene la amiga.

– si- dijo tomas- esta para follarla.

 ella al verlos se despertó.

– mi nombre es Nuria chicos me he perdido en el bosque y encontrado esta casa y tenía hambre y sueño perdonar por comerme vuestra comida y dormir en vuestra cama.

– tranquila Nuria.

– puedo compensaros.

– si como bueno si os gusto a los tres podemos follar y pasarlo bien.

 ellos al decir eso se les puso la poya como una piedra.

– venir aquí.

 y ella ya desnuda empezó a chupar los magníficos rabos con los que ella siempre soñaba.

– así así zorra chúpanosla -dijo Tomas.

– si hasta los huevos -dijo José.

– así -dijo Ernesto- métetela toda entera.

 ella mamaba los rabos de tres entres estaba encantada de tanta poya.

– ahora- dijo ella- quiero que me folléis por todos los agujeros siempre he soñado con eso.

   así que la hicieron un sándwich uno le metió la poya por el culo l otro por el chocho y el tercero se la dio a chupar. ella estaba en la gloria por fin había cumplido su sueño tener a tres tíos para ella sola.

 empezaron a follarla.

– toma puta toma ramera toma poya así.

– ahora me toca a mí Ernesto, cambiamos de posición.

– si Tomas.

 Tomas se la metió por el chocho mientras Ernesto la daba por el culo ella se volvía loca.

– así cabrones darme hasta que vuestra poya se desgaste que gusto soy vuestra puta más quiero más joderme hasta el fondo.

  luego se corrieron los tres encima de ellas y en su boca.

– que rico esta esto -dijo ella.

 ellos les ayudaron a volver a casa ya que sus padres estarían preocupados sus padres la abrazaron.

– donde has estado hija.

– estado dando una vuelta por el bosque, pero me perdí y unos leñadores muy amables me dieron de comer y me mostraron el camino a casa.

   un día el bosque estaba ardiendo ella corriendo fue advertir a los leñadores que estaban durmiendo y no se habían enterado de nada.  gracias a ella pudieron salvar la vida si no se hubieran quemado.

 los padres de Ricitos que eran de clase media ayudaron a los pobres leñadores a construir otra cabaña por haber ayudado a su hija.

–  mama puedo visitarlos siempre.

–  claro hija siempre que quieras.

– puedes venir nosotros estaremos encantados también señora de tener a su hija. es nuestra amiga.

  menudas folladas hacían cuando iba a verlos se ponía hasta arriba de pollas y ellos estaban encantados de follarla como se merecía.

–  ven aquí Ricitos chúpame la poya.

– me encanta vuestras poyas que me folléis los tres hasta las trancas desgastarme el chocho y el culo y me gusta comer vuestras poyas.

– serás nuestra putita Ricitos.

–  me encantara comeros los rabos.

– así nunca más te aburrirás y disfrutaras como nuestra perra que eres.

– soy vuestra para siempre -decía Ricitos mientras sedaba un banquete de rabos que la follaban hasta mas no poder- soy vuestra puta hasta los huevos leñadores.

– tomar leche zorra- dijeron ellos.

– ahahahahhha me corrrooooo -dijo Ricitos de Oro mientras era rellenada de poya como un pavo por todos los agujeros- que rico es esto ahora.

– nos correremos nosotros zorra.

– si echarme vuestra leche que gusto.

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