Hola, este es mi 15º relato y como tal pido disculpas anticipadas por todos lo errores cometidos. Estos hechos son mezcla de realidad y ficción, no voy a mentir diciendo que esto es 100% real. Lo primero es contar mi historia, intentare ser lo mas breve posible.

Mi nombre es Raúl, tengo 25 años y lo ocurrido empezó en mis últimos años de Instituto, 17-18 años, considero mi infancia como algo normal en cualquier crió, familia normal con padre, chapado a la antigua y alma bohemia, madre devota y alegre,  hermana mayor, mandona pero de buen corazón, todos de buen comer y algo pasados de peso, sin cosas raras, vivo a las afueras de Madrid actualmente, aunque crecí en la gran ciudad. Mi infancia fue lo normal, con las connotaciones que eso lleva, sabemos de sobra lo crueles que son los críos y mientras unos son los gafotas, otros los empollones, las feas, los enanos….etc. Todos encasillados en un rol, a mi me toco ser el gordo, y la verdad lo era. Nunca me prive de nada al comer pero fue con 12 años cuando empece a coger peso, tampoco es que a la hora de hacer deporte huyera, jugaba mucho al fútbol con los amigos y estaba apuntado a muchas actividades extra escolares, ya fuera natación , esgrima, taekwondo, o karate, pero no me ayudaba con el peso. Lo bueno era que seguía creciendo y llegue muy rápido a coger gran altura y corpulencia, disimulaba algo mi barriga, todavía no lo sabia pero esto seria muy importante en adelante. Siempre me decían que era cosa de genes o familia, y así lo acepte. Como casi todo gordo en un colegio o instituto al final o lo afrontas o te hundes, y como tal siempre lo lleve bien, el estigma del gordo gracioso me ayudo ha hacer amigos y una actitud simpática y algo socarrona me llevo a tener una vida social muy buena. Eso si, con las chicas ni hablar, todas me querían como su amigo, algo que me sacaba de quicio. Pues no paraba de ver como caían una y otra vez en los brazos de amigos o compañeros y luego salían escaldadas por las tonterías de los críos, siempre pensando que yo seria mucho mejor que ellas, pero nunca atreviéndome por mi aspecto a dar ese paso que se necesitaba. Un tío que con 17 años y ya rondaba el 1,90 y los 120 kilos no atraía demasiado, cierto es que era moreno,  de ojos negros y buenas espaldas, pero no compensaba.

Además, tengo algo de educación clásica, por mi padre, algo mayor que mi madre y chapado a la antigua, algo que en el fondo me gustaba ya que me enseño a pensar por mi mismo y obrar con responsabilidad sin miedo a los demás, pero también a tratar con demasiado celo a las damas, y lo mezclaba con una sinceridad brutal, heredada de mi madre, “las verdades solo hacen daño a los que la temen, y hace fuerte a quien la afronta”, solía decirme. Una mezcla peligrosa, no tienes miedo a la verdad ni a lo que piensen los demás. También, o en consecuencia, algo bocazas, pero sin mala intención, solo por hacer la gracia puedo ser algo cabrón. Nunca he sido un lumbreras, pero soy listo, muy vago eso si, si estudiara sacaría un 10 tras otro, pero con solo atender un poco sacabas un 6 por que molestarme, al fin y al cabo es información inútil que pasado el examen no volveré a necesitar.

Con el paso de mi infancia empece a sufrir jaquecas, achacadas a las horas de tv, ordenador o a querer faltar a las escuela, ciertamente algunas lo serian pero otras no, me diagnosticaron migrañas, pero cuando me daban ningún medicamento era capaz de calmarme, así que decidieron hacerme un escáner  y salto la sorpresa, Con 17 años apunto de hacer los 18 e iniciar mi ultimo curso de instituto, un tumor benigno alojado cerca da la pituitaria, no era grande ni grave pero me provocaba los dolores de cabeza y al estar cerca del controlador de las hormonas, suponían que mi crecimiento adelantado y volumen corporal se debía a ello. Se decidió operar, no recuerdo haber pasado tanto miedo en mi vida como las horas previas a la operación, gracias a dios todo salió bien y con el apoyo de mi familia y amigos,  todo salió hacia delante y es donde realmente comienza mi historia.

Después de la operación, y unos cuantos días en al UCI de los que recuerdo bien poco, me tenían sedado, con un aparatoso vendaje en la cabeza e intubado hasta poder verificar que no había daños cerebrales. Me subieron a planta y pasadas una semana empece ha hacer rehabilitación, primero ejercicios de habla, coordinación y razonamiento, y después físicamente, era un trapo, no tenia fuerzas y había mucho que mover, pero pasaron los días y casi sin esfuerzo empecé a perder kilos, cogí fuerzas, en mi casa alucinaban de como me estaba quedando y ante esa celeridad muchos médicos me pedían calma, yo no quería, me encantaba aquello, pero tenia que llegar el momento en que mi tozudez cayo ante mi físico , a pocos días del alta, en unos ejercicios de rutina decidí forzar y mi pie cedió, cisura en el empeine y otra semana de reposo total, donde cumplí los 18. Aquí ocurrió la magia, debido a mi necesidad de descansar me asignaron un cuarto y una enfermera en especial para mis cuidados, se llamaba Raquel, la llevaba viendo muchos días y había cierta amistad hasta el punto de que en situaciones en que mi familia no podía estar era ella quien me ayudaba a…..la higiene personal, solía solicitar la ayuda de algún celador pero andaban escasos de personal, y yo hinchado de orgullo trataba de hacerme el duro moviéndome con la otra pierna.

Como os conté en mi anterior relato, ella fue mi 1º relación sexual, y la que me abrió los ojos, el tumor y su extracción me provoco una serie de cambios físicos, perdida de peso y volumen, además de, sin saber muy bien como, una polla enrome entre mis piernas. Pero las situación con ella, no dio para mas, me recupere perfectamente y llego el día de irme del hospital. Después toco poner en  práctica la teoría y Eli, la fisioterapeuta que me estaba ayudando con un problema en el pie, me la confirmo. Ahora era mi profesora y me enseñaba todo lo que se podría necesitar, y con unas amigas llego la magia. Después de mis 2 primeras semanas de aprendizaje y teoría, llegaba la hora del examen práctico. Ahora de mi aprendizaje,  Eli me invito a una fiesta que quiso usar de examen, y se desmadro. Un tiempo después inicie unas vacaciones tórridas con una familiar lejana, acabe desvirgando y abriéndola al mundo del sexo, teniendo que marcharse pero con planes de reencuentro. Pase los últimos meses de instituto tirándome a todo lo que veía, termine hastiado de tanta mujer, de tanto sexo  sin relaciones reales, y la 1º que tuve, la estropee.

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Ya he leído algunos comentarios, gracias por los consejos, tratare de corregir, debido a varios comentarios paso a quitar en negrita las conversaciones

Es cierto que quienes sigan la serie, es una lata, pero la 1º parte casi no cambia, con bajar un poco la rueda del ratón se soluciona, de ahí que ponga estas pequeñas anotaciones separadas del resto, Y así los que empiecen un relato sin seguir el orden, tengan una idea general rápida.

Y si, es una deformidad de polla, pero tenia que ser así.

Pido disculpas por los “tochazos” que escribo, estas primeras experiencias llevan mucha información, y es importante a mí entender. Alguno más así y os prometo que los siguientes no serán tan grandes.

Al final del instituto, llegue a tener la sensación de haber cubierto el cupo, de haber compensado de sobra mis años de onanismo, de estar harto de que las mujeres solo estuvieran conmigo para follar, ninguna me demostró nada, quizá Marina,  y  salvo mi Leona,  mas allá del bien y del mal,  eran juguetes para mi. Acabe hastiado de dormir acompañado pero solo, de saber que cuando se vistieran se irían y me dejarían allí, como un trozo de carne a usar, y aquello,  que antes me  parecía genial, llego a quemarme por dentro, estaba harto, no quería sexo, no quiera una mujer, o 10, quería una novia, una relación estable, en la que podríamos disfrutar del sexo, pero que no fuera la premisa inicial. Así que aquí cerrando la serie de relatos de mi época del Instituto, inicio la del verano.

Termino la graduación y decidí que aquellas chicas no me llenaban, que era carga, corte de raíz con todas ellas, solo mantuve el contacto con Marina, sin sexo,  y solo continúe con mi Leona, ella era especial y aun hoy quedamos, estaba harto, si pero no soy tonto, ese tipo de sexo no se encuentra todos los días. Las primeras semanas iba a su casa y fingía tener una relación con ella, pero no era así, no éramos iguales, ella era dulce y cariñosa pero sumisa, lo hacia por dominación, y aquello no me bastaba. Buscaba una mujer que me diera una relación real, una pareja, Ana me había regalado unas 2 semanas de aquello, y salvo Marina, que me dio 1 mes de algo similar, se podía decir que yo no había tenido pareja estable nunca, solo chicas con las que follaba mucho.

En mis idas y venidas de Madrid a mi casa, en el extrarradio, cuando iba a visitar a Merche o cuando quedaba con los amigos fuera del instituto, de mas pequeños quedábamos en un parque, de esa época en la que no había que quedar ni llamar antes, tu ibas a jugar con los amigos, y si no estaban ya,  solo tenias que ir y esperar a que alguna apareciera, como era normal nuestras madres nos acompañaban de pequeños y con la fuerza del roce se formo un grupo de amigas entre ellas, seguían quedando en el parque entre ellas incluso cuando nosotros ya no pasábamos tanto por allí, como os he dicho mi vida social era muy activa, y tenia un gran grupo de amigos y colegas fuera del instituto, pero ya iremos a eso mas adelante.

La cuestión es que yo antes vivía cerca de aquel parque, y después nos mudamos al extrarradio, pero aun así seguí metiéndome 45 minutos de autobús de ida y de vuelta por estar con ellos, cuando salía de fiesta cogía el autobús nocturnos que salían  a determinadas horas, y con la repetición y las coincidencias, al final me hice amigo de determinados conductores o  de personas sueltas con las que coincidías repetidamente, una de ellas era una chica de mi edad, que siempre era acompañada hasta la parada por algún chico, con intención de ganársela,  pero allí se separaban y se volvía sola, era un escándalo de mujer, y mi facilidad de labia me había hecho hacernos  ”colegillas”, nos volvíamos charlando y hablando de cómo nos había ido la noche de fiesta, o de nuestras vidas, alguna vez ella algo borracha,  incluso nos bajábamos en la misma parada y coincidamos unas calles andando, hasta  llegaba a acompañarla a la puerta de su casa, todo esto aun antes de la operación, como con casi todas, yo era amable,  bueno y bromista, la halagaba esperando que fuera ella la que me diera pie a algo, pero nunca paso. Llegue a conocerla bien, me contó que había tenia un novio durante 2 años y que  acabo mal, el tío la engaño por otra mas atrevida en la cama, yo alucinaba con esas historias, de mujeres que podrían tener a chicos dulces,  buenos, fieles y amables,  como podía ser yo, adorándolas,  sin fallarlas jamas, y ellas siempre terminaban con un imbécil que las trataba mal o las engañaban, no entendía sus parámetros de selección ni a aquellos hombres que tenían esos tesoros en casa y se iban a buscar a otras. Después de aquello muchos chicos se la acercaban pero ella los rechazaba de plano, estaba dolida con el genero masculino y me decía que era el único hombre decente que conocía, que ojalá hubiera mas como yo,  mi mente gritaba que yo era como yo, y si le gustaba mi forma de ser,  ¿por que no me consideraba para el puesto?, se  llama Irene, y esta es la historia de mi 1º novia.

Irene, LA mujer. 

Desde la operación no la había vuelto a ver, no coincidimos en ningún momento en los autobuses y si la vi ni me di cuenta, mi cabeza estaba a mil cosas, pero una vez dado carpetazo al curso y a todas aquellas vampiresas que se alimentaban del sexo que yo les ofrecía sin darme nada a cambio, a mediados de Junio volví a verla, una par de días en que la saludaba y ella casi ni se dignaba a mirarme, no entendía por que, hasta que al 3º día de cruzarnos, volvíamos a la 1 de la mañana de un jueves, yo del parque de ver a mis amigos, ella se subió detrás de mi y al darme la vuelta  me quede  a su lado a preguntarla, se sobre salto ante mi atrevido proceder, hasta que me miro a la cara, se cercioraba de algo.

-IRENE: ¿perdona? ¿Eres……..Raúl?- lo pregunto sabiendo que cualquier respuesta, tanto positiva como negativa la dejaba al descubierto.

-YO: anda la otra, ¿Qué pasa? ¿No me reconoces? ¡¡Claro que soy yo!!- y me abrí de brazos ante la evidencia, a ella se le  abrieron de ojos repasándome de arriba abajo, y yo caí, la ultima ves que me vio fue hace mas de 8 meses, y yo ocupaba el doble de volumen, por lo menos,  y tenia unos 50 kilos mas, hasta la cara paso de ser una hogaza de pan de pueblo  a una  cara bonita y estilizada.

-IRENE: ¡no me jodas! ¿Pero que te has hecho? Estas espectacular – se lanzo a abrazarme entendiendo mal mi abrir de brazos, pero me dio igual, olí su pelo.

-YO: pues nada, un percance medico, mira, sentémonos en esos sitios libre y te cuento por el camino.

Ella paso delante de mi y se sentó en el lado del cristal y yo a su lado en el pasillo, me dio tiempo a admirar su cuerpo de nuevo, era una pedazo de hembra, una amazona, tenia el cabello castaño, con alguna mecha rubia, largo, le caía hasta la cintura, con la raya en el medio de su cabeza y recogido de tal forma que le hacia una corona con  flequillo y luego el resto le caía por la espalda, tenia muy buenas tetas, entre la 90 y la 100, unas curvas de impresión en su cintura,  que terminaban en unas caderas anchas y amplias, su cuerpo lo había ido escudriñando con los años, mediría 1,79 de altura, y pasaría de los 73 kilos, pero no había un solo gramo de grasa, todo estaba colocado en su sitio, como os digo, era una mujer fuerte, evocadora, voluptuosa, una amazona moderna. Ese día llevaba la ropa típica en ella , una cazadora vaquera corta, con un top ajustado con  escote amplio,  pero no obsceno, una falda larga y ligera,  con mucho vuelo,  que me habían tenido embobado con su contoneo mas de una ocasión, no se vosotros pero a mi uno de los looks mas sexys es ese, cuando se quitaba la cazadora y se ponía de pie, una delicia ver la curvatura de sus senos hacia el torso , la marca del sujetador debajo del top, y como su culo se erguía lo suficiente para que la falda  cayera desde el, y no en sus piernas. Su cara era fina, con una sonrisa hipnotica y unas pecas discretas en los pómulos

Le explique el tema de la operación y rehabilitación, sin entrar en detalles,  era algo ya aburrido para mi,  me quedaba ya muy lejos en el tiempo,   ella se sorprendía y preguntaba intrigada mientras me repasaba con su mirada, si verme sin conocerme de antes, ya era bastante ”resultón”,   la comparación con antes debía estar perturbando su cabeza. Una vez hablado de mi la pregunte por ella, y que hacia por allí, me dijo que había quedado con unas amigas pero se fue antes, le habían preparado una ”encerrona” con un primo o algo así, de uno de lo novios de ellas.

-YO: que pasa ¿te sigues sin fiar de los tíos?

-IRENE: no es eso, es que no me gustaba, era muy pesado, te lo creas o no estos meses me he vuelto un poco loca.

-YO: que habrás echo….- ponía gesto de madre mojigata.

-IRENE: nada, pero me he vuelto juguetona, ahora bailo y salgo un poco mas, pero nada, siempre que me gusta un chico y  le doy un poco de pista, enseguida me quieren meter mano y se me pasa, son todos unos niñatos salidos, en cuanto les paro los pies se van a buscar a otra que se deje.

-YO: ¡hombres! Son todos unos cerdos. – lo dije como siempre se lo decía cuando tocaba el tema, con algo de voz afeminada, era una broma que nunca fallaba.

-IRENE: jajja si todos, mira que no se libra ni uno jajajja eres un bobo –  se río mientras se abrazo a mi brazo como gesto de cariño, y no quito las manos de allí hasta el final del trayecto.

-YO: aunque no puedo culparles, ya te  he dicho mil veces que se iniciarían guerras por ti, que un chaval se pase de la raya es una minucia.- era cierto, ese tipo de frases se las había dicho durante mucho tiempo, y ella me lo agradecía, pero mi tono siempre fue a modo de halago inocente, con miedo a decírselo de verdad y que me interpretara una petición de algo mas, no me daba miedo preguntárselo, me daba miedo su respuesta, y así tener una escapatoria en caso de negativa,  pero  esa no lo fue, era seria y mirándola a los ojos sin echarme a reír ante su silencio,   ella reacciono tarde, pero como siempre, riéndose y agradeciéndolo.

Nos solíamos bajar en la misma parada, una de las últimas casi al final de la línea, vivíamos bastante retirados pero en la misma dirección así que coincidíamos unas calles, paseábamos charlando y gastando bromas pero al ser de noche refrescaba a si que ella paso sus brazos de nuevo por debajo  del mío  que estaba metido en un bolsillo de mi cazadora, y se pegaba a mi en búsqueda de protección del aire, eso ya lo hacia antes, cuando la podía tapar de un huracán con mi cuerpo, esa sensación de hombría y caballerosidad me ha gustado siempre. Caminamos hasta donde la lógica dictaba que debíamos separarnos cada uno a su casa.

-IRENE: jo,  ha sido un placer volver a verte, me has alegrado el día- se tiro a darme dos besos y abrazarme, yo la deje, y,  como me gustaba hacer,  apretaba su cuerpo contra mi para sentir su pecho oprimiéndome y la vez dar sensación de firmeza a la dama en cuestión.- a ver si coincidimos mas en el bus.

-YO: desde luego, y ahora,  después de este gesto espontaneo de cariño, te voy a acompañar a casa, como en los viejos tiempos.

-IRENE: no seas tonto, es en dirección contraria a tu casa, vete y ya llegare bien.- me dieron igual sus palabras e inicie la marcha hacia su casa.

-YO: estas como una cabra si crees que voy a  dejar a una preciosidad como tu irse sola a casa a las 2 de la mañana por estas calles oscuras.

Fueron los mismos gestos, los mismos hechos y las mismas palabras que la había repetido durante años, la educación clásica de mi padre no me permitía otra opción, lo 1º era la seguridad de ellas y pese a que mas de una vez he tenido que irme de punta a punta de la ciudad para dejar a una chica en su portal y volverme a la otra punta a mi casa, o acompañarlas a cajero automáticos, lo había hecho, tendría fama de pagafantas o de calzonazos, pero me habían educado así y me parecía mi deber, aunque sabia que nunca me había servido para nada con mis avances amorosos.

-IRENE: eres todo un caballero, por que no habrá más como tú – diciendo seso pego una carrera hasta mí y se volvió a abrazar a mi brazo, esta vez frotando con una palma mi antebrazo, en señal de agradecimiento y  riendo.

A mi normalmente eso me hubiera gustado pero su frase me percutió  la cabeza de nuevo, me traslado de nuevo 1 año atrás “por que no habrá mas como tu”, joder, ¿que me pasaba ahora?, era joven, guapo,  atractivo y ahora delgado, ¿que tenia de malo?,  que pese a ser todo lo que ella podía buscar, seguía diciendo esa frase para poner una barrera entre nosotros?  Me enfade un poco, y tome el valor para decírselo de una vez mientras llegábamos a su casa.

-YO: oye, quiero que sepas que yo también estoy encantado de habernos vuelto a ver, pero tengo que preguntarte algo seriamente y no quiero que te lo tomes a mal.

-IRENE: claro, dime.

-YO: ¿que tengo de malo?, ¿por que siempre dices esas frase de que ojalá fueran como yo?, no se,  ¿por que  buscar esas cualidades mías  en otros y no fijarte en mi?-  ella se paro de golpe, mirándome a la cara extrañada.

-IRENE: ¿a que viene esa pregunta?

-YO: pues por que se que quieres ser amable conmigo, pero esas frases me parten el alma, las dices como agradecimiento, lo se, pero me desconciertan, y no eres solo tu, otras me lo han dicho,  y siempre se van con otros chicos que no tienen nada por lo que me halagan. Solo ha coincido que ahora la has dicho tu, y tengo curiosidad, ¿acaso ser buen tío con las mujeres es malo?

-IRENE: pues no se….me dejas descolocada…no puedo hablar por todas…..es una frase hecha, no se, eres agradable, dulce y me haces reír,   me haces sentir bien, supongo que solo queremos que lo sepas. Y  no, ser buen tío no es malo, pero ya nos conoces, somos mujeres, nos desvivimos por buscar un príncipe y nos volvemos locas por el malo del cuento, ya sabes mi caso.

-YO: pues no lo entiendo.

-IRENE: supongo que no puedes, somos así, pero me dejas intrigada, ¿que pasa? ¿Es que te gusto?- torció la cabeza mirándome con verdadera curiosidad.

-YO: pues claro que si, o no, no lo se, ¿como podrías gustarme?,  solo eres guapa,  estas tremenda,  eres lista, agradable, cariñosa, un cielo de mujer, ¿Cómo se me ocurriría? –ironizaba – pero no lo digo por eso, solo quiero saber si para tener una pareja estable, tengo que convertirme en un carbón, por que te seré sincero, cada día que pasa lo soy un poco mas, y no se si me gusta.- se vio sorprendida, al inicio por mi declaración velada de amor, pero luego por mi dilema moral, era cierto, después de arrasar el instituto, mi mente asociaba ser un carbón con follar y ser bueno con no rascar bola con las mujeres.

-IRENE: pues no lo pienses, no cambies, sigue siendo como eres y algún día encontraras a esa chica que te hará sentir especial.

-YO: ya, eso me dicen los demás, y me lo decía  a mi mismo hasta la operación, pero después me di cuenta, mis cambios físicos me han llevado a tirarme a medio colegio, y a muchas ni las había dirigido la palabra hasta entonces, me dices que todos los tíos somos iguales, y lo que he visto hasta ahora es que todas sois iguales, solo os importa el físico.- me di la vuelta ofuscado, aquellas palabras las tenia en la garganta desde hacia semanas, y explotaron delante de ella.

-IRENE: yo… no se que decirte….puede que tengas razón, quizá sea la edad, ahora tenemos las hormonas locas y solo queremos divertirnos.- se acerco acariciándome la espalda, para tranquilizarme, yo me di la vuelta mirándola a los ojos, dios, estaban brillantes, de  color miel, alumbrados por una farola.

-YO: pues yo ya me he divertido bastante, estoy harto de relaciones cortas,  de sexo y despedidas, de andar a escondidas por que temen que alguien las vean  besándome con ellas, de no poder pasar una tarde con una chica e su casa sin que se me suba encima,  ni de poder abrazar a una mujer teniendo que girar la cadera para que no note mi polla y se vuelva loca, , o de tener que esconderme del mundo otra vez, quiera amar y sufrir, jugármela,  todo a una carta,  y ganar o perder, pero sentir que mi vida se completa con alguien.

Ella me miraba atónita, realmente no había palabras que decir, mi discurso era sincero,  sentido,  pasional. Me seque una lagrima que caía por mi mejilla, me serene un poco, quería rebajar la situación.

-YO: joder que pensaras de mi,  un grandullón como yo llorando como un crío jejejeje.- ella sonrío, pero su cara no era de vergüenza ajena o de compasión, si no de comprensión, de empatía- anda vamos a tu casa que se hace tarde.- la ofrecí mi brazo y se agarro a el, caminamos en silencio hasta su portal.

-IRENE: no te lo tomes a mal, pero esto ya no es una frase hecha, ojalá hubiera mas gente como tu en el mundo, no conozco a nadie que se pueda abrir así a otra persona, sin casi conocerla, te pido que tengas paciencia y que no cambies nunca, eres una persona maravillosa.- se abrazo a mi,  pero dejando sus brazos pegados a  su cuerpo, la rodee con ternura,

-YO: seré una persona maravillosa, pero esta noche  aunque me acueste con alguna, volveré a dormir solo, y me despertare igual de solo…..- la bese en la frente mientas la separaba de mí – Anda entra en casa que se hace tarde.

Ella se puso de puntillas para darme un buen beso en la mejilla, y despidiéndose con la mano entro en su casa, vi sus ojos vidriosos, ¿realmente le habría llegado mi mensaje?  No entendáis mal, era sincero, pero no los solté a la ligera, quería que supiera de mis sentimientos y de la similitud entre nosotros. Me fui a casa dejando que mi furia volviera al cofre de mi interior,  de donde había salido, dormí mejor que en mucho tiempo, mi cuerpo se había quitado un yunque de encima.

Nos cruzamos un par de veces mas a partir de ese día,    me dio su teléfono y charlábamos por Internet,  ya casi me aprendí sus horarios, esperaba 1 o 2 autobuses para ver si venia, o cuando llegaba la buscaba con la mirada viva, y si hubiera de apostar diría que ella hico lo mismo, cuando coincidamos  nos sentábamos juntos o nos quedábamos de pie hablando, siguiendo con nuestra amistad, pero yo note que su actitud cambio, reaccionaba igual pero iba un paso mas adelante, hablábamos de mas cosas,  se reía igual,  pero  se apoyaba en mi brazo o mi pecho de forma sutil, no se bien como explicarlo, sus abrazos y besos de despedida me eran diferentes, ya no me rodeaba  con los brazos para separase rápidamente, si no que se dejaba caer sobre mi,  con los brazos encogidos,  y era yo quien la rodeaba,  se mantenía allí mas de lo estipulado en los contratos sociales, cuando me daba 2 besos el 2º siempre era mas largo y sonoro, no se, me tocaba la cara cuando ponía caras haciendo el tonto, o se arreglaba la ropa, colocándose el escote o la falda sabiendo que yo la estaba mirando fijamente. El remate fue un día en que entre antes que ella al bus, y me senté en el lado del pasillo para esperarla, iba tan lleno que cuando llegó, yo  no podía salir para que ella pasara mi lado, y no quise cambiarme al lado del cristal, si lo hacia algún otro listo podía intentar quitarla el sitio,   así que solo me puse en pie inclinado mi cuerpo hacia atrás, haciendo palanca con los gemelos en el asiento, ella me entendió rápido y paso por delante mía dándome la espalda, la posición , mi corpulencia, la suya,  y su buen trasero unido a mi gran polla hicieron lo inevitable, al pasar,  mi bulto la golpeo claramente culo a través de la fina tela de la falda.

-IRENE: huy perdona- se sentó sin mas dejando su bolso, sin restos de pudor o vergüenza,  ni clavando su mirada en mi entrepierna, me había pedido perdón por darme con el culo, tenia que ser consciente, me dejo clavado en la posición, de pie, inclinado y mirándola a la cara.- no me miras así anda, ya te he pedido perdón, ni que nunca te hubieran dado con el culo en una pierna.

Me senté de golpe partiéndome el culo de risa, aquella ingenua chica se penso que debido al tamaño y grosor que debió sentir,  aquel golpe que recibió en su trasero,  era de una de mis piernas. Me miraba ella y medio autobús, sin entenderlo.

-IRENE: ¿pero que te pasa?- de verme así, arrancaba a reír por momentos,  sin saber por que, solo por contagio,  dude en si decírselo o no, pero me pareció tan gracioso que no podía reírme yo solo.

-YO: veras, jajajja, es que…..lo que has notado jajjajaja no era una pierna jajajajajaja – descrito y dicho así no tiene gracia, pero yo me ahogaba, tosía con fuerza por cortar aquella risa y dejar entrar aire a mis pulmones. Ella al inicio no lo entendió, por se le noto en la cara cuando lo hizo.

-IRENE: ¿¿¡¡ NO!!??  ¿eso era….?- lo decía habiendo la boca enseñando su dentadura perfectamente cuidada entre los dedos de la mano que se llevo para tapársela.

-YO: la misma jajajajajajaja. Rompimos a reír los dos de nuevo, ella se tapaba la cara de vergüenza por su confusión y por que cada vez que ella paraba de reírse me oía  mi y volvía a empezar, entramos en uno de esos bucles de risas en que nos costaba un mundo retomar la compostura, y en cuento nos mirábamos o alguno lo recordaba y se le escapaba alguna risa nasal  o un gemido, el otro Bolivia a empezar y contagiaba al otro. Estabamos ya a mitad de camino y aun no éramos capaces de articular palabra alguna,  rojos,  congestionados y balbuceando palabras inaudibles en idiomas inventados queriendo relatar lo ocurrido. Ella se secaba las lágrimas temiendo que se le corriera el poco rímel que solía llevar.

-IRENE: para ya por dios, … (snif)….que me da algo antes de llegar a casa.- se frotaba con el dedo índice los párpados.

-YO: no, si ya te ha dado algo.- volvíamos a empezar, dios, me encantan esos momentos con los amigos o la familia, coger algo  insignificante y hacerlo una bola enorme de felicidad, si reír 5 minutos alarga la vida un año salimos de aquel autobús siendo inmortales.

Por el camino a su casa quiso desviar el tema par poder dejar aquella sensación atrás, y no se le ocurrió mejor tema que yo y mis andanzas sexuales, le explique un poco por encima lo de algunas chicas y como casi había cerrado ese capitulo de mi vida.

-IRENE: ¿casi?, o se cierra o no se cierra.

-YO: bueno, es que hay una mujer que no puedo dejar, se llama Mercedes.

-IRENE: ¿estas con ella? – note que había algo de decepción en su pregunta.

-YO: no exactamente, no tenemos ese tipo de  relación estable, simplemente…no se, sexo, solo eso.

-IRENE: pero algo te dará para que no la dejes como a las demás.

-YO: bueno…..no quiero ser descortés con ella, la quiero,  pero solo me da eso, el mejor sexo, el  mas duro y duradero que me ha dado nadie, pero no me aporta nada, es una relación aparte del bien y del mal.

-IRENE: ¿no sales con ella por ahí?

-YO: no se puede decir que neutra delación es de…….interior jajajaja.

-IRENE: pues es una pena, por que podrías tener una relación de verdad con otra mujer.- su tono era de que podría ser con ella.

-YO: y puedo tenerla, ella no es un impedimento, es solo un desahogo, un juguete con el que me divierto, no es una relación dominante,  ella tiene su vida y yo la mía.

-IRENE: pues a mi no me gustaría que estuvieras conmigo y luego te fueras con otra.- hablaba en hipotético caso pero me estaba diciendo claramente que eso era un impedimento para ella.

-YO: pues entonces si, es una pena, por que te haría la mujer mas feliz del mundo, pero no pienso dejarla tirada, es una…… mascota,  a la que le tengo demasiado cariño.- la descripción no era lo mas acertada, pero no se como explicárselo mejor.

Llegamos a su portal y de nuevo un abrazo, pero esta vez se pego mas a mi su cadera,  hasta notar mi paquete, me dio dos besos y antes de meterse en su casa se giro.

-IRENE: pues si, un autentica pena.- se metió en su portal con un golpe de cadera final,  dejando que el vuelo de su falda luciera.

Me fui derecho a la casa de mi Leona, y me la tire mas de 4 horas para corroborar en mi mente que mis palabras eran ciertas, aquella fiera merecía que fuera su león, y decidí que en cualquier caso, en mis relaciones estables dejaría claro siempre desde el inicio que ella existía, y la relación que teníamos, si lo aceptaban perfecto, y si no,  no merecía la pena una relación con ellas si me costaba tener que dejarla a ella.

Los días fueron pasando y nuestras charlas en las idas y venidas, aquello era un cortejo claro, yo quería y ella también pero su mente quería hacerme rendirme, decirla que dejaría a mi Leona por ella, me hablaba de la monogamia y de forma sutil siempre llevaba la conversación a ello, su caricias y sus gestos sensuales eran evidentes, al igual que los míos, ya hablaba de lo que me haría  si estabamos juntos,  pero no cedí, un jueves se enfurruño tanto por mi negativa que se enfado y no me dejo acompañarla a casa, era tarde así que la seguí a cierta distancia hasta asegurarme de que entraba sin peligro. Sus intentos eran tan insistentes que me generaban dudas en la cabeza, pero se me pasaban en cuento iba a ver a Mercedes.

Pasaron un par de días hasta que ,  el sábado,  volví a salir de fiesta y al entrar en el bus a las 4:55 de la mañana, me la volví a encontrar, a través del espejo la vi con un chico, iba muy ligera de ropa, con claros sintamos de borrachera  y el tío encima de ella acariciándola y besándola, mientras ella le esquivaba,  pero sin demasiada oposición, en uno de sus amagos su mirada se clavo en mi, y sin apartarla, dejo hacer al chico, que se dio un festín durante los minutos que faltaban para arrancar el vehículo a las 5 en punto, ella seguía con su mirada clavada en mi con el tío metiendo su cara ya entre sus tetas, dejándose hacer, quería darme una lección de cómo se sentía. Sonó la señal de que íbamos a arrancar, entonces ella se quiso despegar del tío para entrar, pero el acompañante estaba caliente como el palo de un churrero, la agarraba de la cintura para volver a atraerla hacia el, a cada intento mas rudo de ella, era respondido por otro gesto de mas fuerza de el, ya discutían con el tío llamándola de calienta pollas para arriba,  sin soltarla de la mano, mientras ella le pedía que la soltara tratando de quitárselo de encima. La escena llego a tal punto que mi cuerpo reacciono solo, me levante y salí del bus pidiendo al conductor, colega mío, que espera un minuto, me baje y de un tirón la solté la mano de el.

-YO: perdona,  creo que al señorita lo ha dejado claro, lárgate.

-IRENE: si,  por favor.

-CHICO1: quédatela, es toda tuya, pero no le vas a sacar ni un polvo, es un a puta calienta pollas.- se me tenso el cuerpo de tal manera que Irene lo noto y me agarro  temiéndose lo que iba a pasar.

-YO:  ¿como las ha llamado?

-IRENE: déjalo, no pasa nada, vamos a casa – tiraba de mi.

-CHICO1: lo que se merece, lleva toda la noche vestida como una guarra pidiéndome guerra y ahora se quiere ir, no es mas que una furcia……- no le deje acabar, le cogí por la pechera le puse un  pie detrás de los tobillos y empuje fuerte para que cayera de espaldas al suelo, al ir algo borracho cayo sin problemas.

-YO: cierra la boca antes de que te la parta.- cogí a Irene y la ayude a subir y sentarse en el bus, entre algunos vítores de alabanzas y otros de criticas por que la chica se lo iba buscando así vestida, cerré todos de golpe.

-YO: a cerrar la boca todo dios, no os importa una mierda a si que seguid con vuestras vidas.

Me senté a su lado y ella se echo sobre mi hombro a llorar durante un buen rato, en ese tiempo puede admirar su cuerpo, ya hacia bastante calor aunque por las noches refrescaba, salió con un bolso negro pequeño con una cadena dorada, un corsé,  dejando sus hombros y gran parte de sus pechos y espalda al aire, era negro con los cordones y adornos blancos, una falda no muy larga, negra y con vuelo,  que se tenia tieso,  en cualquier otra mujer le quedaría por  las rodillas pero a ella y su espectacular cuerpo, con las caderas anchas y el trasero tan levantado, le quedaban por medio muslo, con  medias de encaje y ligeros a plena vista, dejando ver piernas, acabando en unas botas altas de cuero, con mucho tacón,  que por detrás era mas bajas que por delante, terminando en pico por sus rodillas, la imagen viva de una “Pin-up”, con el pelo totalmente suelto, liso y con pinta de haber empezado la noche mejor peinado. Con una sombra de ojos negra y un pinta labios rojo oscuro, tirando al gránate. Estaba espectacular y sin duda se podía entender que aquel chico estuviera enfadado, pero no por ello excusar su comportamiento.

Siguió llorando en mi hombro mientras la consolaba, estaba notablemente borracha, se le cruzaban las palabras y no terminaba las frases. Logre entenderla entere balbuceos que venia de una fiesta temática, de ahí su vestimenta,  y conoció a aquel chico, que la trataba bien y que le gusto su comportamiento, le dejo excederse un poco pero cuando le dejo meterla mano le cambio el carácter, se volvió arisco y áspero, solo quería lo que querían todos los chavales.

-YO: ¿pero por que has hecho esto?, tu no eres así.

-IRENE: no lo se, estaba dolida, quiera sentirme bien y ahora me siento mal, y ………..es por tu culpa.

-YO: ¿y que se supone que he hecho?

-IRENE: pues que me tienes loca perdida, me gustas, te quiero, y no quieres estar conmigo.- era al 1º vez que alguien me decía que me quería, sin añadir “te quiero………follar”, fue de pasada y  lo dijo mirándome a los ojos,  con gotas de lagrimas negras cayendo por sus mejillas debido al rímel.

-YO: ¿Cómo que no quiero? Me harías el hombre mas feliz del mundo – seque sus lágrimas con ni dedo.

-IRENE: no, no me quieres, quieres quedarte con tu Leona,  antes que conmigo.

-YO: ya te dije que no pienso dejar de verla, pero que para mí no es un impedimento, yo también te quiero, como nunca  podré quererla a ella.

-IRENE: ¿y por que no la dejas? ¿Acaso no soy suficiente mujer para ti?- diciendo esto me beso, en los labios, de forma tierna y pasional, queriendo ser un argumento.

-YO: eres todo lo que un hombre podría desear- me volvió a besar.

-IRENE: pues déjala y quédate conmigo- se recostó sobre mi pecho y se sereno, tanto que medio se quedo dormida.

Con aquella joya de mujer recostada sobre mi,  dormida y tranquiliza por los latidos fuertes de mi pecho, razone, ¿quería o no a  aquella chica?, ¿cuanto me debía costar?, ¿acaso era un precio que debía de pagar?  No era momento ni  lugar para decidir aquello así que me centre en ella y sus necesidades actuales. Medio dormida tiritaba, era ya muy tarde y hacia frío, sumándole lo poco tapada que iba, me quite la chaqueta que llevaba y se la puse, me quede con solo una camisa de vestir en el torso, nunca he sido friolero y como os dije anteriormente soy una estufa andante. Mientras frotaba su espalda para hacerla entrar en calor, me costo despertarla y hacerla bajar del bus cuando llegamos al destino, no ayudaba nada, estaba bebida, medio dormida y con unos tacones de vértigo, casi se cae al bajar el escalón  del bus, y aunque la sujetaba y se apoyaba en mi,  era un suplicio caminar, así que decidí llevarla en brazos, la acomode la chaqueta para taparla bien y a pulso la cogí en brazos, asegurando  meter bien la mano por debajo de su culo, pillando la falda y la chaqueta para que no se le viera nada, y pasando la otra mano por su espalda, haciendo que su cuerpo se inclinara hacia mi y me rodeara el cuello con los brazos, apoyando su cabeza en mi pecho, pese a que ella no era poca cosa, yo era mas grande y fuerte así que la lleve sin problemas mientras ella sea acurrucaba sobre mi pecho, no soy un titán así que tuve que bajarla y descansar a mitad de camino, la volví a subir encima, apartándola antes el pelo de su cara, madre mía, pese a que debía concentrarme en el esfuerzo, en sujetarla bien y mirar por donde pisaba, que imagen tan dulce y provocadora, su absoluta confianza en mi y mi chaqueta enorme  cubriendo su delicado cuerpo me hacían no poder apartar los ojos de ella, de sus carnosos labios.

Llegamos a la intersección donde debíamos separarnos cada uno a su casa, y me pare, no por cansancio, si no por que tenia que pensar, trate de hablar con ella pero estaba ya con morfeo, ¿que tenia que hacer con ella? Tenia que llevarla a su casa, ¿pero que pasaría si no llegaba a subir? no podía dejarla tirada en el portal o el la puerta de su casa e irme, no podía llevarla en se estado y  llamar y que su familia la vieran así, y me culparan  a mi,  tampoco podía entrar en su casa a acostarla, si su padre se despierta y me ve acostando a su hija en la cama podía salir mal parado, no había opción, tenia que llevarla a mi casa, allí al menos tendría la situación controlada. Camine con ella en brazos hasta llegar a mi casa, era difícil con su cuerpo semi-inerte lograr meterla en mi casa y mas aun en mi cuarto sin hacer ruido de despertar a nadie, pero fue imposible, las madres tienen un sentido arácnido o algo, nada mas entrar por la puerta apareció por allí mi madre en las sombras.

-MADRE: ¿hola hijo que tal? ¿A quien llevas ahí?

-YO: pues bien madre, yo al menos, aquí traigo a una amiga mía,  no ha tenido un buen día, no quiero que la vean así en su casa así que dormirá aquí esta noche.

-MADRE: dormir, ya……….

-YO: joder no tengo tiempo para juegos madre, ¿no ves como va la pobre?,  casi no puedo con ella, dormir,  si, solo eso.- como matriarca de la familia ya se olía que su hijo era un don Juan y andaba saliendo mucho con chicas, y pese a alguna frase aleccionadora se la veía orgullosa o feliz por el cambio.

-MADRE: anda déjame que te ayude a acostarla, no vas  a desnudarla tu.

-YO: ¿desnudarla?

-MADRE: claro melón, no ves el corsé que lleva, eso esta muy ajustado, no puede dormir con el, tu llévala al baño y ya me ocupo yo de todo.

Así lo hice, como toda gran señora,  cuando mi madre se pone en plan militar solo queda obedecer, por que en el fondo, sientes que saben lo que se ha de hacer. La llevé al baño y la senté en un silla que tenemos allí, mi madre me saco de allí y me pidió que me fuer a cambiar y le trajera alguna camiseta mía vieja, de las de 4XL de mis viejos tiempos,  obedecí, cuando volvió a abrir la puerta del baño para que entrara a llevarla al cuarto, parecia otra, seguía adormilada, pero la habían lavado la cara, desmaquillado y desvestido, mi madre se llevo la ropa de ella y la dejo preparada para limpiarla y tenerla lista para el día siguiente, entre lo que veía y la ropa que mi madre se llevo deduje que Irene iba en bragas y con una camiseta mía enorme que le quedaba como un camisón largo, la volví a coger en brazos, y note como la camiseta estaba algo húmeda,  olía a colonia, mi madre se la había echado, pero era colonia mía, no de mujer, ¿acaso mi madre quería que aquella muchacha durmiera con el constante recordatorio de  mi olor sobre ella?, me centre en no golpearla la cabeza contra el marco de la puerta y la acosté en mi cama, nada mas dejarla se hizo una bolita con las sabanas,  agarró mi brazo y tiro de mi para que quedara acostado,  abrazado a ella, supongo que por acto reflejo, yo me quede con una rodilla en la cm dilucidando si seria correcto o no tumbarme con ella, hasta que una voz me dijo que no lo pensara y que me acostara en el sofá , me gustaria decir que era mi conciencia,  pero era mi madre en la puerta de la habitación.

-MADRE: ni se te ocurra o te corto las pelotas, a dormir al sofá cama, y como la toques un pelo esta noche te capo, ¿me has odio?

-YO: que si  mama, que no soy ninguna aprovechado,  lo sabes.

-MADRE: bueno, pues por si acaso. – tápala y acuéstate que es muy tarde.

La tape con las sabanas y el edredón, agache mi cabeza y la di un tierno beso en la mejilla ante los ojos vigilantes de mi madre que se fue dejando la puerta abierta y mirándome con el gesto claro de que esa puerta se quedara así. De nuevo me vi en aquel horrible sofá  cama dando vueltas por su incomodidad y con una chica espectacular ocupando mi cama y mi mente. Si realmente tenía que aparcar a mi Leona por ella, o no, seria un debate que se mantuvo en mi cabeza toda la madrugada,  hasta que caí rendido ante el cansancio y las altas horas. Cuando me desperté tarde unos segundos en darme cuenta que mi cama estaba vacía, eran casi las 12:30  de la mañana del domingo, y oía claramente el típico sonido de cucharillas de desayuno en la cocina, pense que se habría despertado,  se habría vestido y marchado a su casa, así que fui al baño como siempre, bostezando y berreando haciendo ver al resto de mi casa que me había despertado, orine como lo hacemos los tíos en nuestras casas con la familia y confianza, sin cerrar la puerta, haciendo ruido contra el agua del water y relajando los músculos hasta que salía alguna ventosidad, si, por poco glamur o excitante que quede, yo lo hago así y seguro que no soy el único.

Cuando salí del baño secándome las manos con una toalla apareció mi madre con la ropa de Irene en la mano.

-MADRE: anda que te cortas un poquito, ni con invitada cierras la puerta.

-YO: ¿que invitada? ¿Que haces con al ropa de Irene? – caí de golpe – ¿sigue aquí?

-MADRE: claro que si,  guarro, esta en la cocina siendo sometida a un tercer grado por tu padre y hermana mientras desayuna, se habrá levantado no hará ni 20 minutos.

-YO: joder ¿y no podías avisarme?

-MADRE:¿ y que hago? ¿Te grito que no te tires pedos mientras meas por que tu novia esta en casa?

-YO: …………………..no es mi novia mama.

-MADRE: pues no pierdas el tiempo, que es un encanto de niña, no ha parado de dar las gracias, de  pedir disculpas y de alabarte  por lo de ayer,  es mas mona que las pesetas, no como las pendones esas con las que sales últimamente, así que espadilla, voy a plancharle esto.- y se fue hacia el salón donde tenia las planchas con la ropa de Irene.

Era lo mismo que ya sabia yo, que ella era diferente, pero hasta que no me lo dijo mi madre no me convencí de aquello, si  se había ganado a mi madre en tan poco tiempo y con la mala 1º imagen de la noche anterior, tenia que ser un cielo de mujer. Acudí a la cocina con miedo a lo que me iba a encontrar, y no era otra cosa que a mi padre y mi hermana atosigándola a preguntas, era la 1º chica que me llevaba casa o que ellos veían,  mi padre me vio el entrar.

-PADRE: hombre, aquí esta el señorito, vaya horas de despertar- lo decía siempre con  tono elevado, le gustaba que su voz me despertara.

-YO: ¿se puede saber que estáis hacinado aquí?

-HERMANA: desayunar como personas de bien, charlando y conociendo a tu amiga………..Irene ¿verdad?

-IRENE: jajajaj si.- me fije en su cara, estaba abrumada y un poco fuera de lugar pero reía mientras tomaba algo de desayuno.

-YO: ha sido una noche movidita, necesitaba descansar.- mi frase n estaba bien pensada, así que mi padre la aprovecho dirigiéndose  a Irene.

-PADRE: ¿no te habrá molestado?, como no se haya comportado dímelo y le arranco la cabeza.- le gustaba ser contundente en su tono, y aun siendo en modo de broma, se captaba su mensaje de autoridad.

-IRENE: no por dios, ha sido todo un caballero conmigo, muy pocos harían lo que hizo anoche por mi.- me miro a mi pese a contestar a mi padre- y relato sin muchos detalles lo ocurrido la noche previa mientras yo tomaba un buen vaso de leche fría.

-PADRE: que menos que cuidar de una chica tan maja como tu, ¿verdad bonita? – mi padre queriendo ser amable se excedía con las insinuaciones.

-HERMANA: anda déjalos comer algo tranquilos.- me echo un cable llevándose a  papa de allí, era demasiado afable con la gente, quizá herede eso de el. Aun así al pasar a mi lado mi padre me dio un fuete manotazo en el pecho, entre el punto del dolor y el orgullo, sabia que los aguantaba,  quiera decirme que estaba feliz por mí actuar.

-PADRE: he criado a un buen hombre.- me apretó el hombro con su mano,  mas fuerte aun, y  con mi hermana se fueron cuchicheando hacia donde estaba mi madre, sin duda para hablar de aquella novedad en mi vida, de aquella 1º chica que apareció en mi casa.

Quedamos solos en la cocina y me senté en la mesa delante de ella, con una sonrisa de mi parte pidiendo disculpas y con otra por parte de ella diciendo que no pasaba nada.

-YO: lo siento,  que te hayan acosado así, no están muy acostumbrados a que traiga chicas a casa.

-IRENE: no pasa nada, tienes una familia maravillosa, me han tratado genial.- extendió su mano para acariciar la mía.

-YO: ¿y tu que tal estas?, ¿te encuentras mejor?- la agarre de la mano.

-IRENE: si, mucho mejor, te pido perdón por lo que paso y te doy las gracias pro tratarme tan bien, a ti y tu madre, ya me ha dicho que fue ella quien me desvistió y que como me trataste, estaba esperando en la puerta cuando me he despertado y me ha dado cosa despertarte, así que me he levantado y he estado charlando con ella.

-YO: haberme despertado, no pasa nada.

-IRENE: ya, no se, te vi tan dormido y te has portada tan bien  que no quería molestarte.- nuestras miradas se clavaron en los ojos del otro.

-YO: mira, se que a lo mejor no estoy siendo justo contigo con el tema de Mercedes, pero soy sincero, no quiero hacerte daño, si esto te esta afectando, lo mejor es que dejemos de vernos y tu hagas tu vida, seguro que tendrás a 100 chicos detrás de ti.- mis palabras no la sentaban bien.

-IRENE: no puedes pedirme eso, ningún chico que conozco me habría tratado como tu ayer, mas de la mitad se hubieran aprovechado de mi o me hubieran dejado tirada en cualquier sitio, ¿te crees que quiero renunciar a alguien como tu?

-YO: no es que quieras, es el hecho de que yo no voy a cambiar de idea, lo he pensado mucho,  deseo estar contigo,  pero no perder lo que tengo con ella.

-IRENE: lo se, yo también he estado pensando, pero ya sabes como soy, no soportaría que me engañaras con otra.

-YO: pero no te engaño, te lo he dicho desde el 1º día.

-IRENE: lo se, pero no se si será suficiente.

-YO: es lo máximo que te puedo ofrecer sin mentirte.

Apareció mi madre con la ropa ya limpia y planchada, y la acompaño a mi cuarto para ayudarla a vestirse, dios, dicen que no hay anda mas sexy en una mujer que ir solo con la camiseta o camisa de un hombre, y en ese momento lo entendí, mi camiseta le hacia una figura disimulada pero unas piernas de pecado, con medio hombro al aire y la tela contoneándose ampliamente. Cuando salieron allí estaba la pin-up de anoche, pero mucho mas mejorada en el aspecto, la puse una cazadora por encima y la acompañe a su casa, con ella bien agarrada a mi brazo, llegamos a su casa.

-YO: pues aquí nos separamos, supongo que no quieres continuar con este juego.- se puso delante de mí y pegada a mí cuerpo, cogiéndome de una mano, se puso de puntillas para darme un beso en la mejilla.

-IRENE: no supongas tanto- y con la otra mano en mi cara me la giro para volver a besarme,  esta vez en los labios, yo aguante quieto el 1º, el 2º ya la abrace y le correspondí, la sujetaba la cabeza con miedo a que aquel momento llegara a su final, mi lengua cogió vida propia y busco la suya, que lejos de rechazarla la acogió con gusto.

-YO: no estoy seguro de poder pararme si continuamos así.- lo dije al separar nuestros labios para coger aire, mientras le colocaba el pelo detrás de la oreja.

-IRENE: yo tampoco, será mejor que suba, mi familia estará preguntándose donde estoy – se dio la vuelta después de darme un ultimo beso con sabor a dulce, entenado en su portal.

-YO: oye, ¿y mi cazadora?

-IRENE: ya te la devolveré, ahora se donde vives, me pasare algún día – me guiño un ojo y cerro la puerta.

Aquello no había hecho más que empezar. Volví a mi casa y durante la comida los comentarios sobre mí e Irene eran continuos, nos gustaba chincharnos unos a otros, y mi madre parecía encantada con aquella muchacha que lleve en brazos a casa,  medio borracha y ligera de vestimenta. Del calentón de la situación quede con mi Leona en su casa y la destroce a polvos toda la tarde, quería asegurarme de nuevo que aquello merecía la pena retenerlo, y desde luego que lo merecía, pero también me cerciore de que no había mas, no me aportaba nada, solo me saciaba momentáneamente, no había esa sensación de completarme que me generaba aquella conocida del bus a la que solo había besado, tenia que decidirme.

Pasaron 4 días hasta que me mando un mensaje, quería pasarse por mi casa a devolver la cazadora, quise que fuera sin nadie en casa pero no pudo ser, así que quede con ella, vino a mi casa y subió, iba como siempre, preciosa, con su top ceñido y sus faldas largas y de tela fina, saludo a mi madre que andaba por allí  con las orejas tiesas, y se dedicaron unas palabras amables, cuando nos dirigíamos a mi cuarto, me miro con cara de advertencia. Entramos y cerré la puerta, dejando la cazadora, que traía en las manos, por allí tirada.

-YO: muchas gracias, aunque no tenias que haberte molestado en venir hasta aquí.

-IRENE: era una excusa, ya lo sabes, solo quería verte. – se sentó en el sofá ofreciéndome sentarme a su lado con una mano.

-YO: pues bendita cazadora, mira he estado pensado…………- iba decidido a comentare que había decidido aparcar, que no dejar, a mi Leona mientras estuviera con ella, pero me corto.

-IRENE: yo también lo he pensado mejor, déjame decirlo 1º por que si no lo digo del tirón no seria capaz. No quiero que andes por ahí con otras, pero estoy decidida a salir contigo, eres el mejoro hombre que he conocido hasta ahora, y si para estar a tu lado tengo que compartirte, lo haré.- me dejo clavado en el sitio.

-YO: no es compartirme, si salimos,  seré tuyo , no habrá nada mas, ella es solo como ese oso de peluche que tango en el estante – se lo señale- un juguete del que me cuesta desprenderme por cariño.

-IRENE: ¿y bien? ¿Que me dices?- puso rígida la espalda y se puso seria.

-YO: ¿decirte de que? no me has preguntado nada.- la hice sufrir un poco.

-IRENE: no seas bobo, ya sabes, quieres………..

-YO: ¿que?- quería que lo dijera y ganar tiempo para una buena respuesta.

-IRENE: ¿me vas  hacer decirlo?…….- remoloneaba mientras se ponía roja.-…………  ¿Qué si quieres……….salir conmigo?,  tonto.

-YO: no hay nada en el mundo que me hiciera mas feliz que salir contigo, ¿Qué si quiero? No, no quiero, LO IMPLORO.

Saltó de alegría y me abrazo como si la hubiera concedido un deseo cuando era yo el que tenia la sensación de estar agradecido, el silencio solo fue roto por un grito “¡¡bien!!”, que salió detrás de la puerta de mi cuarto, entro mi madre y la abrazo, yo alucinaba.

-MADRE: ¡¡dios,  que felicidad mas grande!!, y tu comporte como un cabello,  o te mato.

-YO: ¡¡mama!! ¡¡Lárgate de aquí!!- se fue sollozando de alegría, Irene se reía y me cogió de la cara para que olvidara aquella intromisión, le costo un par de besos dulces desenfadarme.

Pasamos la siguiente hora abrazados y acariciándonos como colegiales, besándonos de forma cariñosa de vez en cuando, yo tenia claro que no podía extralimitarme lo mas mínimo, no con ella, quería saborear cada instante de aquel……………romance,  iríamos a su ritmo y no había mas que hablar. Con cualquier otra solo tendría que ponerla encima de mi o recostarla lo suficiente para que notara mi bulto creciente y me la hubiera tirado como a las demás, pero decidí que no, que esa vez seria distinto.

-YO: ¿y si salimos a dar una vuelta? Ya hace calor, ¿te invito a  un helado?

-IRENE: me encantaría – se puso en pie para colocarse un poco la ropa.

Salimos de allí cogidos de la mano y fui las salón para informar oficialmente de nuestro noviazgo, y que saldríamos a dar una vuelta. Me costo decir las palabras “mi novia”, pero una vez dicha me sonaba genial en la cabeza, nos despedimos y salimos así, sin sepáranos de las mano, a mi me sudaba algo la palma y temía algún gesto de asco de ella, pero no se produjo, le daba igual,  era feliz así, y yo mas aun. Dimos un paseo por el parque, aquel por el que una vez pase, fue  al salir del gim de Eli, y volví a sentir aquella sensación, un cambio en mi vida, un cambio brusco, que daba miedo, pero que estaba dispuesto a dar acompañado por ella. Descubrí en la heladería que le gustaba mas la vainilla o el yoghurt que el chocolate, como a mi, y charlamos, horas, mientras compartíamos nuestros helados, y jugábamos a mancharnos la nariz o las mejillas, intercalando besos dulces si, sus labios  sabían a vainilla, estaba viviendo esa situación, delante de todos, sin importarla a ella o a mi que nos vieran, esa situación que había detestado ver en otros durante años, esas situaciones que me  daban dentera de lo empalagosas que eran, que me daban asco, en el fondo, por envidia. Quise invitarla a cenar pese a estar tieso de dinero, por suerte ella rehuso,  la acompañe a su casa, despidiéndonos con otro de esos besos, que subían de intensidad pero no sexuales, si no de cariño y ternura. Me despedí haciendo el tonto un poco,  dando saltos, cantando y gritando frases de felicidad por haber logrado el corazón de aquella doncella. Ella se tapaba la cara riendo de vergüenza, pero me encantaban extrapolar y exagerar mis sentimientos reales, hacerlos públicos y notorios.

Las siguientes semanas las pasamos igual, quedando por las tardes, viendo películas en mi cuarto o paseando, saliendo con mis amigos unas veces y otras con los suyos, la sensación era maravillosa, de que todo era nuevo ante mi, que todas las situaciones era novedosas, excitantes y buenas, con ella a mi lado me sentía lleno, completo,  en paz, la sensación de ahogo y de desesperación que me llenaba desapareció, su espacio fue ocupado por felicidad, confianza y seguridad. Llegue a no volver a ver a mi Leona en todo ese tiempo, no lo necesitaba, ni me masturbaba. Lo mejor fue cuando salimos un día de fiesta, ella estaba espectacular y pasamos horas bailando y besándonos, temía el día en que la notara o palpara mi enorme polla de nuevo,  y como había pasado con todas, cambiara su actitud, pero pese a mis intentos, ese día llego, estabamos bailando, o no, mas bien moviéndonos abrazados en la pista de baile, yo la tenia a agarrada por detrás mientras la rodeaban con los brazos por el vientre, mientras la besaba el cuello y ella acariciaba mis brazos. El movimiento, y la situación me la puso dura como una piedra,  pese  querer retirar mi pelvis de ella por pánico a estropear aquello tan bonito,  la pista estaba llena de gente, no se podía tener muchos sitio y los golpes eran frecuentes con la gente que estaba, iba y venia. En uno de esos golpes mi pelvis se pego a su trasero, y con sus faldas finas, debió  notar todo mi esplendor, quise despegarme rápido pero una cría pasaba por detrás de mi y no me dejo, temía algún cambio de actitud, pero no ocurrió nada, seguía igual, es mas, se dio la vuelta y se quedo abrazada siguiendo el ritmo me mis pasos, sin pegarse mas a mi, recostando su ara en mi pecho, y sin ofrecer ningún gesto diferente. Aquello fue el mejor regalo que me pudo hacer una mujer en esa época.

Me presento a su familia, y comí en su casa un par de veces,  me comentaron que tenían un viaje familiar preparado, de 3  semanas,  para inicios de verano, pero que lo habían cambiado a petición de Irene, se había convertido en unas bodas de plata, un viaje de aniversario para sus padres y que ella se quedaría conmigo en Madrid. Así que me fui con algo de ropa a su casa, a vivir con ella esas semanas, a modo de prueba, la cosa se iba calentado a cada día, la primera semana íbamos vestidos, pero con el paso de los dais ella se iba dejando ir, y me hacia a mi hacer lo mismo, yo ya iba solo con unos pantalones sin slips por la casa, como me gustaba ir en verano, fresco,  y ella con mis camisetas o camisas y en bragas, nos cambiamos unos delante del otro, era una delicia verla quitarse la ropa, dejar caer su falda y quitarse el top, luego el sujetador, dios, que hembra, era perfecta, ni  esculpida por Miguel ángel, una tetas preciosas,  tersas y con un lunar encima de uno de sus pezones, que eran rosados y amplios, siempre iba con bragas mas o menos grandes pero que en la comparativa con su cuerpo rebosante eran irrisorias. Como me solía pasar, la 1º vez que me vio la polla colgando se le abrió la boca de forma desmesurada, se quedo clavada mirándomela y riéndose, pero ya mas o menos sabia su tamaño, neutras caricias ya no eran tan inocentes, yo repasaba su trasero y sus senos con cariño, y ella mi pecho desnudo, le encantaba mi pecho, no se por que, se recostaba y se quedaba en el durante horas, en momentos de pasión ya llevaba su mano a mi bulto y  acariciaba mi miembro semi – erecto sobre la ropa, pero jamas hizo mención del tamaño, pese a que lo pensaría.

Ya jugábamos por la casa,  persiguiéndonos y nos tendíamos trampas para asustarnos, siempre terminábamos igual, recostados sobre la cama o un sofá, con ella encima de mí, esa sensación siempre me ha vuelto loco,  sus pechos sin sujetador solo cubiertos por una camiseta que le quedaba grande era increíble. Mis Manos ya se adentraban por dentro de su bragas en su trasero, pero siempre que llegábamos a mas ella ponía el freno, y yo me tenia que aguantar, pero no lo hacia a desgana, solo estaba ansioso por que me decía que pronto estaría preparada.

Ese día llego a mediados  de la 2º semana, ella había terminado de ducharse después de que lo hiciera yo,  se ponía una crema corporal, tenia una toalla en la cabeza y otra en el cuerpo, pero se la iba abriendo para llegar a todo su cuerpo, la cuestión es que se dejo la puerta del baño abierta y al pasar por allí me quede mirando, era una visión demasiado sensual para no quedarse allí de pie. Ella lo sabia por que me vio de primeras pero sin decir nada y sin amagar con cerrar la puerta siguió haciéndolo, mi polla reacciono cuando se acaricio los pechos con aquella crema, pero se puso a reventar cuando se quito la toalla y vi su cuerpo desnudo, mientras ponía un pierna encima del borde de la ducha,  y se extendía la crema por sus muslos.

-IRENE: anda, no te quedes ahí mirando y ayúdame, entra y échame en la espalda.

-YO: no es buena idea que entre ahora mismo contigo así, no estoy seguro de poder controlarme.

-IRENE: lo se – y se dio la vuelta quedando de pie, desnuda ante mi, ofreciéndome el bote, solo recuerdo que su piel brillaba, que era tersa, firme y generosa, con una fina línea de bello en si pelvis.

-YO: ¿esta segura? – me asegure de que en la pregunta quedara claro que no me refería a la crema.

-IRENE: Si – me miro fijamente a los ojos mientras se quitaba la toalla de la cabeza y todo su pelo húmedo caía por su hombro,  la espalda y uno de sus pechos, sobre un solo pie, dejando el otro ligeramente apoyado, en el aire.

Entre con calma, y con solo el pantalón sin slips, mi polla estaba haciendo de mástil central de una preciosa y enorme carpa, me acerque a ella mientras se daba la vuelta dándome la espalda y se recogía el pelo hacia delante para dejar su espalda libre,  la bese el hombro cuando al rodeara cogía el bote. Sin llegar a rozarla,  mi polla estaba apuntándola de forma amenazadora, me eche crema en las manos, y comencé a extenderla por sus hombros, con gestos suaves y amplios, bajando por sus omoplatos, con gestos circulares, fui bajando todo el contorno de su espalda, llegando a su cadera, no deje un solo ápice de su piel sin ser pasado por mis manos, cuando llegue a la curvatura de su cintura estaba lo mas excitado que recordaba desde la graduación, pegue mi miembro a su desnudo trasero, solo separado pro al tela del pantalón, y mis manos la rodearon por el vientre, acariciándola, subiendo mis manos por su torso, subiendo y bajando su cuerpo un poco, y besando su cuello, mis dedos llegaron a sus pechos, casi ni me abarcaban aquellas preciosidades de  senos, ella bajo sus brazos sobre sus caderas buscando con sus manos mi cintura, la oía y notaba  respirar profundamente, se dio la vuelta y se pego a mi,  clavándose mi polla en su vientre, y agarrándome del cuello y arrancándome un beso pasional , sensual, ya no era cariño, era deseo, sus manos bajaron hasta quedar en mi pecho mientras la fuerza de mi cuello echaba su cuerpo hacia atrás, pero la tenia bien sujeta por la espalda.

-IRENE: llévame a la cama, pero esta vez,  quédate conmigo.

La cogí en brazos, como aquel día en el bus, pero ella estaba completamente desnuda, y con solo con aquellos pantalones y una erección enorme, al rodearme el cuello con los brazos levanto su cara hasta volver a besarme y haciendo gran acopio de fuerza logre llevarla a su cama, sin golpearla con nada mas que mi bulto en su cadera, donde había dormido juntos y abrazados la ultima semana, la deje recostada boca arriba suavemente y cayendo sobre ella sin cargar mi peso en su totalidad, besándonos con cariño pero con nuestras lenguas bailando un vals, una de mis manos fue acariciado su cara , y bajaba pro su cuello y su brazo, hasta llegar a uno de su pechos, y allí se quedo, apretando con suavidad mientras ella me sujetaba la cara, mi cuerpo me pedía un impulso, o arrebato sexual, pero mi mente le freno, tenia que tener cuidado, trabajarla bien para no hacerla daño, así que mi mano siguió bajando a su vientre y dejando de besarla busque aprobación en su mirada, me la concedió con otro beso largo y abriéndose de piernas, mi mano bajo y acariciaba con cariño por encima de la piel, ella se retorció en cuanto noto mi mano.

-IRENE: ten cuidado por favor, hace mucho que no….

-YO: tranquila, te voy a tratar como la reina que eres.

Baje mi boca  por su cuello hasta quedarme en uno de su pechos, lamiendo su pezón,  apretó mi cabeza con sus dedos jugueteando con mi pelo, mi mano se iba moviendo con mas facilidad cuando note como se iba lubricando, su estomago se estira  e encogía con cada una de las pasadas de mi mano, y cuando la oí gemir metí uno de mi dedos en su interior, ella se sobresalto con un suave grito de lujuria, tirándome del pelo, lo saque para volver a acariciarla por fuera, para luego volver a meterlo, lo hice hasta que su cuerpo ya no reaccionaba al introducirlo, y para entonces ya entra y salía con gran velocidad, se retorcía con fuerza, amagaba con besarme pero se arrepentía enseguida, su boca solo estaba para ayudarla a respirar entre gemidos, acelere el ritmo cuando metí el 2º dedo, y ya cuando los metía los dejaba dentro, moviéndose y acariciando, lo tenia ya muy abierto y mojado, la situación optima para mi gran miembro, así que me separe cuando ya acompañaba el ritmo de mi mano con su cadera, y me quite el pantalón, no estaba seguro de si era la 1º vez que me la vio totalmente tiesa, pero sus ojos se abrieron como platos mirándola mientras se mordía el labio, aun moviendo las caderas pese a que yo ya no la tocaba, era ella quien se masturbaba sola, me subí a la cama de rodillas y me puse entre sus piernas, cuando junte nuestras caderas mi polla descansa desde la pelvis hacia su vientre, la pasaba el ombligo, esa visión la hizo estremecerse, caí sobre ella y la besaba mientras ella se movía frotándose contra mi,   mi polla notaba su cuerpo.

-YO: ¿estas preparada?

-IRENE: si, por dios, hazlo de una vez.- su cara lo pedía a gritos, y su cuerpo lo reclamaba.

Me incorpore y la abrí bien de piernas, moje mi mano en los fluido de su vagina y moje la punta de mi polla, baje la cadera y me puse a su altura, dejando caer mi glande hasta su entrada, y haciendo hueco, apreté, suavemente pero sin parar, ella se dolía echando el cuerpo hacia atrás hasta que entro de golpe, otro grito corto pero intenso, una vez dentro el glande la deje acostumbrarse, notaba como se abría su interior y mi polla notaba menos  presión,  su pecho respiraba de forma desenfrenada , su tetas subían y bajaban sin parar, me coloque y empuje de nuevo, metiendo milímetro a mililitro, ella se agarraba a lo que pillara, sabanas,  almohadas, su tetas o mi pecho, estaba notando tan bien como yo como se iba abriendo claramente, a mitad de mi tronco pare, y deje acostumbrar de nuevo a nuestros cuerpos, la presión en su interior era bestial pero ninguno de los dos hacia nada por sacarla.

-.IRENE: ¡¡no pares ahora, sigue por dios!!

-YO: deja que te acostumbres, es demasiado….

-IRENE: sigue, ¡¡te lo ruego!!

Aguanté unos segundos mas y seguí presionando, cuando el metía mas de ¾  me dolía a mi el glande de la presión pero lo mantuve allí, aquella chica no había follado en mucho tiempo, estaba roja y congestionada, sin parar de moverse de los nervios, la saque un poco para volver a ese mismo punto una a vez, y un rayo la atravesó, se arqueo su espalda levantadora de la cama para dejarla caer de nuevo, lo volví a repetir un minuto mas tarde con el mismo éxito, mi polla ya no estaba en constante presión, decidí no profundizar mas y comenzar a disfrutar de aquello, agarrándola de las piernas la sacaba despacio y la volvía a meter, la fricción ya no era impedimento pasadas unas penetraciones y ella gritaba con cada embestida, y solo había empezado, fui acelerando el ritmo  hasta que sus pechos rebotaban de la inercia, y agarrándose a las sabanas se corrió sobre mi, dios, estaba muy desenterrada, pare que seco, pero sin sacarla.

-IRENE: ¡¡madre mia, como me llenas, me siento completa, dios, no pares mamonazo sigue!!- se encorvaba intentado metérsela ella sola, pero mi posición era dominante, así que ante su petición volví a embestir y esta vez no pare, no quería hasta que me corriera.

El ritmo la hacia levitar sobre la cama, ya se sujetaba las tetas por no oír como se movían y chocaban entre si, cogía aire con cada golpe y se mordía el labio sin parar, metí la 5º marcha al notar como se mojaba por dentro de nuevo y su cuerpo vibraba con la 2º corrida, en la 3º se salió de mi frotándose y bañando las sabanas con su fluidos, pero no la di descanso, en cuanto acabó,  la volví a abrir de piernas y ahora se la metí sin piedad, yo apretaba mi mandíbula en busca de aguante, llevaba casi media hora sin parar cuando note mi corrida y quería que fuera bonito así que lleve mi dedo a su clítoris para frotarlo y así corrernos a la vez, la bañe entera por dentro, llevaba mucho sin eyacular y notaba como sus aprese vaginales se iban llenando con cada sacudida,  ella exploto en otro orgasmo que la hizo darse la vuelta sobre la cama. Caí rendido y feliz en la cama, había ido mejor de lo que hubiera pensado, y acariciaba a aquella mujer en la espalda, se   retorcía por el placer recibido, con pequeñas convulsiones, se sujetaba el coño como si se le fuera a caer.

-YO: ¿estas bien?

-IRENE: ¡¡si, por dios!! ¿que si estoy bien? , mi puto ex no me hico correrme ni una sola vez y tu en media hora casi me desmayas a orgasmos, eres una bestia.

-YO: jajaja pues te he tratado emerjo que a muchas, a mi Leona me la tiro más fuerte aun durante 4 horas o mas.

-IRENE:  ¡¿QUE?! no me lo creo, como narices la ibas a querer dejar.- se dio la vuelta recostándose sobre mi pecho- eres un regalo del cielo, eres un buen hombre y follas como un animal.

-YO: ¿otro asalto?- se incorporo mirándome atónita, y la hice ver que mi polla aun quería guerra.

-IRENE: déjame a mi, esta no se queda así.

Se incorporo agarrando la polla con las manos,  la masturbo con cuidado al inicio y ferocidad después, para mi sorpresa, y  sin decir nada,  se metió media miembro en la boca, lamía como una posesa el tronco y se la engullía sin problemas, estaba poco entrenada,  pero no era una novicia, la deje hacer hasta que me saco una corrida, otra bestial, una cantidad que nunca había visto en mi, cuando noto que me corría se la saco de la boca y la manche todo el vientre, ella se había calentado demasiado y se me tumbo encima besándome el pecho, se abrió de piernas dejando la polla en sus manos y la acariciaba hasta volver a ponerla dura.

-IRENE: ahora quiero que seas malo, que me folles como te follas a las demás.

-YO: ten cuidado con lo que deseas.

La levante la cintura, le metí mi falo con fuerza, y apoyando bien los pies le di rienda suelta a mi cadera, en esa posición era una ametralladora, me tire otra media hora sin bajar el ritmo tirándomela como bien podía ser Mercedes o Rocío, sin piedad, la arranque varios orgasmos antes de volver a sentir que me iba y allí le regale un ultimo minuto al máximo haciéndola rebotar contra mi, se quedaba suspendida media décima de segundo hasta caer y volver a ser embestida, gritaba como una loca y cuando me corrí dijo alguna que otra guarrada fuera de lugar y de su personalidad, estaba un poco ida, la descabalgue y la tumbe a mi lado,  tiritaba un poco así que la acerque a mi cuerpo y la rodee para darla calor.

-YO: ¿ves?, aveces es malo recibir lo que deseas.- que razón tenía.

Ella no estaba, había caído rendida y dormía a mi lado, así que la seguí en sus sueños, me desperté por que me la encontré chupándomela y con la polla ya tiesa.

-YO: hey, ¿no esperas?

-IRENE: necesito que me vuelas a follar, quiero que me abras, que me la metas toda.

-YO: no me has oído antes con lo de los deseos, ¿no?

Se me volvió a subir encima y se ensarto sola,  ya sin dificultad,  era ella quien me cabalgaba, la doble la cintura para que cayera hacia mi mientras giraba su cadera y así la bese, iniciado yo el movimiento, esta vez no me puse freno y desde el inicio la bombeaba sin piedad, no le entraría toda pero la estaba desquiciando, la agarre del culo fuerte y apreté el ritmo hasta volver a sacar de ella gritos y fluidos, llego a suplicarme que parara pero no lo hice hasta correrme, quería que supiera donde tenia su limite y que era diferente al mío. Aguanto como pudo el chaparrón y al terminar cayo retorciéndose sobre la cama, agarrándose la vagina mientras su espalda temblaba.

-IRENE: eres un animal, me has destrozado, jajajajajaj dios, como follas,  esto es demencial, me vas a seguir follando así hasta que me muera.

-YO: siempre que tu quieras, pero yo no quiero follarte,  quiero hacerte el amor.

-IRENE: eso es imposible, no puedo comportarme como una novia normal sabiendo que me abres con esa barra de carne, ¡¡y como te mueves!!

Temí que sus palabras fueran en serio, pero las achaque a aquel momento de lujuria, me levante dándola un buen beso con lengua y me fui a duchar de nuevo, estaba lleno de jugos suyos y míos, estando en al ducha ella entro conmigo y nos duchamos juntos, no se que buscaba pero casi me la calzo allí otra vez, pero me quería contener, y salí de allí, habíamos quedado, la tuve que casi obligar a salir de casa, salimos de fiesta pero su comportamiento era diferente, ahora se restregaba contra mi como habían echo todas, al volver a casa fui al baño, al regresar con ella estaba desnuda,  a 4 patas pidiendo que me la tirara, supuse que era el momento así que me desnude y colocándome detrás de ella y  la empale, seguimos en esa posición una hora larga hasta que cayo rendida de tanto correrse, y yo eyacule.

Lo que resto de vacaciones de sus padres lo pasamos casi encerrados en su cuarto, solo pedía sexo, y yo estaba encantado, pero me di cuentas que con el paso de los días era mas una chica del montón que aquella mujer que me completaba. Gracias a dios acabaron las vacaciones familiares y quedábamos menos, eso relajo sus ansias, pero no había día en que quedáramos para salir,  y no me la terminara follando, era exasperaste querer levantarse de la cama y que se me tirara encima de nuevo. La relación cambio, el paso del tiempo afectaba, se perdía la magia, era culpa suya, o mía, por darla lo que pedía.

A los 3 meses me vi viajando en el tiempo, no tenia una novia, no quedamos a salir ni a pasear, ella solo quería follar y cuando tenia su ración de mi, se iba a su casa, se lo advertí repetidamente, que aquello no me gustaba, y ella entendiendo mal el mensaje quiso que me la tirara  mas y mas duro, pero no era eso lo que buscaba, cuando llego mi cumpleaños, los 19 a mitad del verano, ella ni se presento a al fiesta y luego me llamo para que fuera a su casa a tirármela, rompí a llorar y mi madre, que ya se lo olía,  me pregunto, se lo explique y me calmo, como solo ella sabia, me despejo la mente,  me aclare y me dolió tanto que fui a su casa, y la deje allí mismo, vestida con un picardías que me la puso dura solo al verla, ella se desesperaba por no entenderlo, hasta me ofreció su ano virgen,  me besaba y mi agarraba la polla por encima de la ropa, como incentivo, me di cuenta que se había perdido, estaba desesperada, colgada por mi polla,  y no entendía que yo no quería sexo, quería una pareja.

-YO: mira, llegado a este punto, no merece la pena seguir, solo me ofreces sexo y para eso vuelvo con mi Leona, ha sido bonito mientras duro, pero no necesito nada de lo que me ofreces.

-IRENE: eres un carbón, seguro que te la estas triando ya y me dejas por que no te hago cosas que ella haría, otra vez me dejan por otra, sois todos iguales.- amagaba con pegarme mientras lloraba.

-YO: piensa lo que quieras, no te he engañado nunca, y por eso vengo aquí hoy, corto contigo, te he querido mientras eras mi novia, ahora no te quiero………….ADIOS.

Me fui sin llorar pero con un dolor en mi interior, no se si había sido ella o yo pero me había cargado la 1º relación de verdad que había tenido,  lleno de rabia me fui derecho a casa de mi Leona, sin avisar ni nada,  ella me abrió la puerta y se le ilumino la cara, hacia 4 meses que no la veía, ataque su hombro y la mordí de ofuscación, entendió a lo que venia al mirarme a los ojos, se fue directa a la habitación conmigo detrás, estuve 4 horas follando si parar hasta agotarme y espinar en otras cosas, pero al descansar la imagen de Irene en aquel bus, y la comparativa con la actual,  me hizo romper a llorar, me vestí y salí de allí, eran cerca de las 4 de la mañana, deje a mi Leona allí tirada con cara de preocupación por si era culpa suya, la bese con pasión y la dije que no había echo nada malo.

Salí a pasear y termine en aquel parque otra vez, era un imán para atraerme cuando me sentía mi vida a  punto de cambiar de idea en mis relaciones, ¿acaso no podía tener una relación normal? ¿Aquella polla enorme no me dejaría? ¿Estaba condenado a ser un trozo de carne para las mujeres? Le di vueltas a aquello hasta que recibí un mensaje en el móvil, era Ana, ”mi prima”, nos mandábamos mensajes contándonos nuestras vidas, me decía que estaba de fiesta, que la habían aceptado en una universidad en Madrid, y que se venia a vivir con nosotros cuando empezara la universidad, se me cambio el animo de golpe, ella me había dado lo que estaba buscando, fueron 14 días, pero fueron 14 días de los cueles me la tire la mitad y su actitud fue siempre de novia, de mujer que me completaba. Fue un rayo de esperanza, solo tenia que pasar el verano y a finales de septiembre la tendría a mi lado, me di media vuelta y me fui de nuevo a casa de mi Leona, me abrió triste pero me vio la cara y se alegro de golpe, esta vez me la tire mas de 6 horas y de la energía positiva que me había dado aquel mensaje, la hice desmayarse, y casi yo con ella, me quede recostado con una sonrisa enorme,  agotado y con los sentimientos alocados, pero feliz, tenia un objetivo y un par de meses de diversión antes de llegar.

CONTINUARA…….

Un comentario sobre “Relato erótico: “MI DON: Irene – Mi 1º novia, la 1º decepción.(15)” (POR SAULILLO77)”

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