Los días pasan lentamente y la ciudad continúa su vida cotidiana, calles llenas de personas y avenidas llenas de autos que avanzan al ritmo de los latidos de la ciudad. En una de las calles del sector norte un auto entra al estacionamiento de un modesto edificio de condominios de la avenida.

El auto se detiene, Elizabeth baja del vehiculo y con paso rápido recorre la distancia que la separa del ascensor que la lleva al quinto piso, donde entra en su pequeño departamento. No termina de llegar y va desvistiéndose rumbo a su recamara. Al pasar por el recibidor su gato intenta interceptarla pero no avanza mucho terreno, pues se encuentra de frente con la puerta que cierra Elizabeth al entrar en el dormitorio.

De una bolsa de compras extrae un video que coloca en el reproductor y en segundos de la pantalla de su televisor del cuarto le llegan las imágenes de una chica siendo sodomizada por un macho, que la penetra por el ano, mientras la chica gime y se aprieta los seno. Frente a la pareja otra mujer con un traje ejecutivo y lentes con aros de pasta negra, observa a la pareja mientras la chica sube y baja movida por las manos de su macho que la sostiene por la cintura, la mujer de lentes apunta cosas en un anotador rayado.

Elizabeth termina por sacarse las bragas y esta en la cama mirando el video solo vestida con la falda gris recogida en la cintura y su blusita de seda abierta completamente con sus senos descubiertos sin sostén. Mientras con una mano acaricia su seno izquierdo con la otra mano empieza a bombearse el coño con el vibrador que comprara hacia unos días en el sex shop, el mismo sex shop del cual se había hecho clienta y en el cual después de muchas dudas y remordimientos había alquilado un par de videos recomendados por el pícaro dependiente de la tienda.

Estos últimos días habían sido una locura, ella nunca habría pensado estar masturbándose de una forma tan descarada en medio de su alcoba, pero su apetito sexual había subido tanto que ella misma se desconocía. Hasta su trabajo se había visto retrasado pues los días los pasaba en la oficina buscando pornografía en Internet. Había empezado por cosas sencillas, parejas, hombres y mujeres teniendo sexo, pero poco a poco los temas fueron cambiando y en poco tiempo ya había olvidado los temas básicos y como atestiguaba el video porno que en ese momento captaba toda su atención, entraba a temas de intercambio de parejas y sexo en grupos.

La excitaba tanto que aquella chica de lentes se pareciera a Lourdes, y que la chica que estaba siendo sodomizada pareciera obedecerla al cambiar de posición. En su mente una palabra aparece al ver como la chica se colocaba sentada sobre el macho dándole la cara a la silla donde la mujer de lentes les observa, “buena chica… buena chica”

La mujer de lentes se levanta soltándose los cabellos que caen en cascadas de rizos dorados y desabotonándose la blusa, avanza al sofá donde esta la pareja, la mujer le ofrece un par de senos redondos y grandes con sus pezones argollados. Toma el rostro de la chica con ambas manos le planta un beso de lengua que acaba con los gemidos de la chica que reacciona a las embestidas de su macho.

Elizabeth casi no puede contenerse al ver como la mujer hace que la chica le lama, mame y acaricie los senos, y la chica se esmera en darle placer a la mujer. Los senos argollados excitan tanto a Elizabeth. Esta a punto de correrse cuando observa como la mujer levanta su falda y mostrándole el coño a la excitada chica esta última comienza a lamerla y mamarla con desesperación. Lo que más llama la atención a Elizabeth es el piercing de la mujer en el clítoris, en el momento en que la chica saca su lengua y la pasa sobre ese clítoris argollado, Elizabeth empieza a convulsionar al correrse una y otra vez al no soportar más…

La mañana la encuentra aturdida en la cama aun con el vibrador en el coño, aun adormilada se va al baño y la regadera termina por despertarla y con ella despierta su libido y sus manos acarician sus senos, su cara, sus coño, rápidamente su cuerpo sucumbe a sus propias caricias, volviendo a correrse.

– Debo estar volviéndome loca… no puedo dejar de tocarme… debo ir a trabajar

Las horas pasan y Elizabeth esta sentada en su oficina completamente distraída buscando pornografía en su computadora, sus bragas siguen empapadas y el su mente no puede dejar de pensar en Lourdes, en sus piernas, su rostro, en sus senos, en su trasero, en sus labios y en su coño… Es vergonzoso y humillante estar pensando todo el día en sexo, mucho más lo es pensar sexualmente en una mujer que casi acaba de conocer, nunca le contaría a nadie tal cosa. Seria tan vergonzoso que alguien se enterara de las cosas que ella estaba haciendo y pensando, jamás podría admitirlo. Ella no es una puta barata como las que observa en las imágenes de videos y fotografías del Internet, putas que son usadas como perras a las que nunca les faltan vergas en sus coños, sus culos y sus bocas. Ella es una joven educada en una buena universidad, una excelente profesional en su campo de trabajo, que gana su propio dinero de forma decente sin necesitad de abrir sus piernas y ser usada como un objeto sexual. Pero que humillante y excitante es sentir tantas ganas de ser esa chica que ahora observa ponerse en cuatro patas mientras dos machos usan su culo, su coño y su boca que con una verga dentro silencia sus gemidos de placer.

El sonido del timbre de su celular la vuelve a la realidad y al contestar reconoce la voz.

– “Hola Elizabeth soy Lourdes de la Sala de Estética Baxter… ¿me recuerdas?”

Elizabeth se siente como una adolescente tonta y nerviosamente contesta:

– “Ho… Hola Lourdes… sí, sí te recuerdo… ¿cuéntame como estas?”

– “Muy bien, Elizabeth solo te llamaba para recordarte nuestra cita de mañana… ¿vendrás verdad?”

– “Sí, sí claro que te veré mañana… quiero decir… iré a atenderme mañana…”

– “Entonces no se diga más querida… te veré mañana en la estética, tengo algunas ideas para un nuevo look que creo que te encantaran, ¿confías en mi verdad Elizabeth?”

– “Sí… Confío en ti Lourdes”

– “Buena chica… hasta mañana”

Una oleada de placer barre el cuerpo de Elizabeth y su coño se humedece mucho más si eso es posible, mientras sus pezones se ponen tan duros como rocas. En su mente aturdida las ganas de masturbarse terminan ganándola y al cerrar la llamada se dirige a los baños de la oficina donde tendrá que aplacar esos deseos.

A varios kilómetros de allí en la oculta oficina de Helen Bells en la Sala de Estética Baxter, una completamente desnuda Lourdes esta sentada en la pierna de Helen, que la sostiene con una mano en la nuca y con su otra mano aun bombea el húmedo coño de Lourdes. Lourdes aun sostiene el teléfono con que acaba de llamar a Elizabeth y con su mirada perdida sigue repitiendo.

– Soy una buena chica…. Soy aaaaagggg… una buena chica…

Helen aun tiene colocado el audífono con que escucho toda la conversación con Elizabeth y usando a Lourdes como una marioneta termino dándole las siguientes instrucciones a la chica. Aun su boca esta justo al lado del oído de Lourdes donde hacia un momento en susurros le decía que decirle a Elizabeth, sacando su lengua lame el lóbulo de la oreja y empieza a morder el lóbulo de Lourdes mientras sus dedos aceleran el bombeo en el coño de su marioneta.

– Claro que lo eres mi querida Lola has sido una muy buena chica… Colócate en Posición de Sumisión 6 como la puta que eres… entendiste…

– Si mi señora como la aaaggg puta que soy….

Lola se levanta y se va al medio del cuarto, separa sus piernas un poco para que su coño sea claramente visible, sus manos se entrelazan en la nuca lo que hace que sus senos queden erguidos y tentadores, su boca entreabierta remata la posición esperando la siguiente orden.

En un sillón colocado frente al escritorio de Helen, Robert Sagel vestido en un costoso traje ejecutivo y corbata de seda, termina su bebida en un vaso de cristal. Desde allí ha visto cada uno de los detalles de la llamada y el control que Helen ejerce sobre las sumisas esclavas. Lentamente se levanta y se coloca detrás de la desnuda Lola que sigue a la espera de nuevas instrucciones.

– Me parece que estas llevando muy bien el proceso de selección.

– Gracias Amo pero quisiera que esto fuero mucho más rápido, pronto requeriremos muchas más candidatas listas para el uso que usted disponga.

– Tranquila Helen, estoy trabajando en eso, recuerda que todo lo bueno siempre es cuestión de esperarlo, lo que fácil se obtiene fácil se va.

Diciendo esto Robert coloca su mano en la nuca de Lola y la hace caminar hasta el escritorio donde Helen aun se mantiene sentada, lentamente Robert inclina a Lola hasta dejarla de cara hacia el sobre del escritorio y lentamente empieza a acariciar el trasero de la chica y sus dedos juguetean en un principio con el coño para luego entrar fácilmente en el húmedo canal vaginal.

– Estamos cubriendo la demanda actual y no tienes por que preocuparte pues estas salas de estética nos están dando excelente material de trabajo para la Granja de Sussy, casualmente hoy recibimos tu paquete VIP. Solo me preocupan algunos detalles meramente administrativos pero en lo operacional lo estas haciendo excelente Helen.

Robert termina por sacarse la verga y lentamente empieza a bombear a la excitada Lola que empieza a recibir una tras otra las rítmicas embestidas de Robert en su húmedo coño. Helen observa complacida y excitada como su amo empieza a cojerse a una de las putas que ella ayudo a crear. Los gemidos de Lola se hacen más fuertes mientras Robert la coloca boca arriba en el escritorio y los senos de Lola se balancean al compás de las embestidas de Robert, Helen empieza a acariciar los enormes senos de la chica mientras observa a Robert con una mirada de lujuria desmedida.

– Me excita saber que ayudo a que todo salga según lo planeado Amo, solo que me gustaría hacer de estas mujeres unas excelentes putas en menos tiempo.

Diciendo esto Helen termina por subirse de rodillas en su escritorio y separando sus piernas, coloca su coño justo sobre la cara de la controlada Lola que sin ninguna orden inicia a mamarla con desesperación lo que logra acallar los gemidos de la chica.

– Paciencia mi querida Helen, paciencia todo a su tiempo solo es cuestión de esperar, ummm esta sumisa esta deliciosa…

– Aggg no es una sumisa Amo, es solo una puta perra deseosa de complacerte… Aggg justo como lo soy yo… Sigue mamando y moviendo tu lengua puta… has que me corra en tu cara perra.

Robert toma la cara de Helen y le planta un beso en los labios a lo que Helen responde moviendo su lengua que entabla una lucha contra la lengua de Robert, mientras este penetra más y más rápido a Lola y esta última sigue mamando con desespero el coño de Helen que no tarda en correrse llenándole la cara de fluidos a Lola.

Minutos después Lola termina por correrse acostada en el escritorio, mientras Helen le mama los senos y le acaricia el clítoris. Robert se aparte del escritorio y Helen toma a Lola por el brazo y la lleva de rodillas frente a Robert, Helen con una mano abre la boca de la chica y le ordena.

– Limpia tus jugos de la verga de tu dueño.

Lola empieza a mamar la verga de Robert mientras Helen lo besa apasionadamente.

– Vaya que estas muy bien entrenada… ummm sigue mamando mi perrita, asii, muy bien buena chica, asiii… y pensar que esta puta antes fuera una brillante enfermera…

– Ya no lo es más señor, ella solo es lo que nosotros queramos que sea, ahora ella es una perra, tu perra.

Diciendo esto Helen coloca un collarín de cuero negro en el cuello de Lola, y allí engancha la cadena a la argolla plateada. Robert observando a la arrodillada chica desnuda, que se esmera por tragar la verga con una boquita pequeña de labios sensuales, le ordena.

– Mírame

La rubia ex enfermera lo observa con sus hermosos ojos azules y con su lengua masajea el erecto miembro de su dueño que esta dentro de su boca. Robert termina por correrse en la boca de Lola que desesperadamente intenta contener en su boca cada gota del semen de su dueño.

Helen se arrodilla y lamiendo la verga de Robert termina de limpiarla y amorosamente la guarda en los pantalones negros a juego con el saco ejecutivo de Robert. Mirando a Lola la besa apasionadamente y ambas mujeres felices juegan en sus bocas con el semen de su dueño y señor.

Al día siguiente una radiante pero nerviosa Elizabeth entra a la Sala de Estética Baxter donde una sonriente recepcionista esta entregando un formulario de inscripción a una chica vestida con el uniforme azul de un banco local. Ambas chicas observa a Elizabeth entrar radiante con un par de zapatos de tacón medio, una minifalda gris y una blusa azul, su cabello castaño luce fabuloso y su sonrisa no oculta su excitación al volver a la sala estética.

– Bienvenida Srta. Hills.

– Hola Ángela, vine a atenderme con Lourdes…

– Todo esta listo Srta. Hills ya estábamos esperando por usted. Déme un momento para avisar a Lourdes que usted esta aquí.

Momentos después Ángela le entrega una tarjeta electrónica y Elizabeth le agradece con una sonrisa. En ese momento la cerradura de la puerta de cristal se activa y se abre, una radiante Lourdes aparece en la puerta de cristal que da acceso a las salas VIP.

Elizabeth avanza con paso ansioso hasta la puerta donde Lourdes la recibe con un beso en la mejilla que hace que Elizabeth se erice de cabeza a pies.

– Hola Elizabeth, me encanta volver a verte, te ves simplemente radiante.

– Hola… hola Lourdes… gracias.

– Pasa por favor, siéntete como en tu nueva casa.

Ambas chicas caminan por el corredor hasta la sala VIP designada para atender a Elizabeth, Lourdes toma la tarjeta electrónica de las manos de Elizabeth y abre la puerta del privado. Mientras Lourdes le da la espalda para abrir la puerta Elizabeth no puede evitar admirar el redondo y provocativo trasero de Lourdes, sus manos se ponen frías y su respiración se acelera.

– Bienvenida otra vez, ya sabes donde esta el vestidor, ponte cómoda y esperare por ti.

Elizabeth entra al privado dirigiéndose al vestidor y empieza a desvestirse hasta quedar solo en ropa interior. Empieza a ponerse la bata y mirándose en un espejo acaricia su cuerpo sobre la bata sintiéndose extremadamente sensual, abre un poco la bata en el escote y después de pensarlo dos veces se abre la bata y saca su sostén dejándolo sobre las ropas que acaba de quitarse. Camina a la silla de atención donde una sonriente Lourdes la espera ya lista para iniciar el lavado de su cabello. Mojando sus cabellos y acariciando su cabeza inicia la limpieza agregando los aromáticos químicos que empiezan a adormecer a Elizabeth. Poco a poco agrega más químicos y cuando todo esta listo coloca los audífonos en los oídos de la indefensa chica, que la mira con una mezcla de aturdimiento y adoración. Lourdes espera unos segundos dejando que los químicos sean absorbidos. Los ojos de la aturdida chica continúan mirándola, Lourdes le coloca unas gafas de realidad virtual donde inicia a ver imágenes relajantes de bosques y valles, y luego poco a poco las imágenes van cambiando a imágenes pornográficas donde aparecen mujeres siendo sometidas por hombres y mujeres de formas diferentes en diversos escenarios.

Lourdes coloca unas correas restrictivas en los brazos y piernas de Elizabeth y lentamente empieza a abrirle la bata a la chica. El aturdido cerebro de Elizabeth no logra reaccionar al sistemático ataque sexual al cual esta siendo sometida, sus senos y pezones erectos responden a las imágenes y mensajes que llegan a su cerebro y su coño empieza a mojarse más y más, mientras los dedos de Lourdes empiezan a acariciar su piel comenzando por sus senos y lentamente deslizándose hasta su entrepierna, donde sin ninguna resistencia hace a un lado las bragas húmedas, sacando un vibrador de una gaveta cercana inicia el ataque al coño de la excitada chica.

Insertando el vibrador en el coño inicia a masturbarla, lame y besa el coño mientras bombea más y más rápido con el vibrador. Ronda tras ronda de imágenes y mensajes martillean el cerebro de Elizabeth que en pocos minutos esta al borde del orgasmo mientras Lourdes sigue lamiendo y mamándole el coño. Lentamente la lengua de Lourdes se desliza por su vulva y sacándole el vibrador usa sus dos manos pasa separar las piernas de la chica y colocándolas en un par de soportes termina teniendo fácil acceso al ano de Elizabeth. La lengua de Lourdes recorre el poco camino que resta hasta el ano de la chica y con un rápido movimiento su lengua inicia el asalto al sensible punto. Elizabeth gime de placer al sentir la lengua entrar en su ano y no logra contenerse, corriéndose una y otra vez mientras los mensajes siguen martillando su cerebro.

Las caricias de Lourdes terminan por dilatar el hasta ahora virgen ano de Elizabeth y empieza a insertar un dedo, luego dos y finalmente inserta el vibrador que poco a poco va entrando acompañado de los gemidos de la chica que atada y drogada no logra controlar su cuerpo.

Lourdes deja el vibrador en su sitio y se aleja para observar un monitor oculto en uno de los muros de la sala donde, para su sorpresa, los niveles de respuesta marcan un inesperado avance:

“Segunda semana: Candidata N00104, Elizabeth Hills; 23 años; Arquitecta; Nivel de Libido: 8.2; Nivel de Condicionamiento: 8.5”

Volviendo al lado de la chica la observa atada y contorsionándose por la excitación a la que es sometida mientras ella delicadamente le acaricia los senos con sus manos, los minutos pasan y Lourdes retira el vibrador del ano, quita y oculta las correas restrictivas y lava los químicos de la cabeza de Elizabeth, que poco a poco vuelve a la realidad pero aun sintiéndose total y absolutamente excitada.

– Hola otra vez Elizabeth veo que estas muy a gusto con tu tratamiento.

– Siiii me siento… muy bien y tranquila.

– Buena chica, buena chica Lissy ¿No te molesta que te llame Lissy o sí?

– Nooooo no me molesta… que me llames Lissy.

– En ese caso tu puedes llamarme Lola, ¿cuéntame Lissy que opinas de un cambio de look?

– Los cambios son buenos…

– Dime una cosa Lizzy ¿por qué la última vez no aceptaste cambiar el color de tu cabello a rubio? ¿Qué pensabas?

– Pensaba que las rubias… son tontas, yo no soy tonta…

– Claro que los cambios son buenos, ¿que opinas de teñirte el cabello de rubio, que piensas del cabello rubio ahora Lissy, confías en mí?

– Confío completamente en ti Lola y me gustaría tener el cabello rubio, ser rubia es excitante y divertido.

– Muy bien Lissy, buena chica, pronto tendrás un cabello rubio y hermoso como el mío.

Al escuchar eso Elizabeth siente como su cuerpo es recorrido con una descarga de placer, pronto será tan bella como Lola y se sentirá mucho más hermosa y obediente, ella necesita obedecer. Ella necesita seguir al pie de la letra cada palabra de las instrucciones que ha recibido en esta sesión, instrucciones que obviamente incluyen el ser rubia y confiar ciegamente en Lola. “Buena chica, buena chica… obedecer es placer, obedecer es placer”

A los pocos minutos Lourdes esta por terminar de secar los últimos mechones de la rubia melena de Elizabeth. Se encarga de peinar los cabellos del frente de la chica que aturdida y excitada casi no logra controlar sus ganas, pues los hermosos senos de Lourdes están casi en su rostro. Se muerde los labios de ganas de besarlos y mamarlos. Mientras lucha por contenerse, Lola le indica.

– Listo Lissy hemos terminado y es hora de que veas que tal has quedado.

Lourdes acomoda la silla y la coloca frente a un espejo donde la nueva Elizabeth observa incrédula su cambio de imagen.

– Es increíble… soy tan… hermosaaa

– Te dije que te quedaría hermoso Lissy, ¿confías en mi verdad Lissy?

Diciendo esto Lourdes desliza sus manos por los hombros y los brazos de Elizabeth acariciándola, y la excitación de la chica aumenta.

– Siiii Lola confío en ti, soy tan hermosa… casi como… tu.

Eizabeth se levanta y se observa en el espejo de cuerpo entero su bata entre abierta y su nuevo look la hacen parecer una estrella de cine, pero lo más hermoso que ella puede ver es a Lourdes sosteniéndola por la cintura y contemplándola en el espejo. Al voltear quedan frente a frente y un silencio incomodo llena el lugar, Elizabeth rompe el silencio diciendo:

– No se como agradecerte…. yoooo

Lourdes la sostiene por la cintura y Elizabeth no lo resiste más, acercándose a Lourdes le planta un tímido beso en los labios que dura unos segundos. Luego avergonzada le da la espalda y agacha la cabeza. Lourdes se coloca a su espalda y le dice:

– No tienes por que avergonzarte Lissy, eres una chica hermosa, solo tienes que mirarte.

Lourdes la toma de la cintura desde la espalda y jalándole la cinta de la bata hace que la bata se abra completamente revelando la piel de Elizabeth que tiembla de pies a cabeza. Lentamente la mano de Lourdes sube por su vientre y le acaricia un seno, Elizaberth responde con un gemido el cual es apagado cuando Lourdes la voltea y tomándola de la cintura le planta un beso de lengua que inicia a explorar la boca de la temblorosa Elizabeth. El beso se hace más intenso y los cuerpos se van fusionando y las carias avanzan sin encontrar resistencia, ambas mujeres necesitan sentirse excitadas y ardientes, Elizabeth la observa y dice:

– Deseo…

– ¿Que deseas Lissy?

– Te deseo y haría cualquier cosa por ti Lola

– ¿Cualquier cosa?

– Sí, lo que me pidas…

– ¿Confías en mi Lissy?

Sin decir más Lourdes baja el cierre de su bata blanca la cual revela su cuerpo que solo queda cubierto por un par de medias blancas sostenidas por un liguero de igual color, sin sostén, sin bragas y zapatos de tacón de aguja. Lourdes coloca una mano en el hombro de Elizabeth y aplicándole una mínima presión la ve ir arrodillándose frente al desnudo coño que sin mediar palabras Elizabeth empieza a atender. Al separar los labios vaginales de Lourdes la excitación de Elizabeth aumenta sin control al encontrar el argollado clítoris de su nueva amante. Sin vacilación empieza a mamar y lamer como la más desesperada y hambrienta mujer consumida por sus deseos.

Los minutos pasan y desde un cuarto de control ubicado a varios kilómetros de la sala de estética, Helen observa el desarrollo del proceso de conversión de Elizabeth, a través de una pantalla de video que recibe la señal de alta definición proveniente de las cámaras ocultas en las salas de VIP, la imagen le trae las figuras de Lola siendo mamada por Lizzy que poco a poco empieza a subir por el vientre de Lola hasta apoderarse de los senos mientras Lola le acaricia el trasero y coloca una mano en el coño de Lizzy. La escena continua mientras Helen se levanta y abriendo una puerta entra en un pasillo que la lleva a un quirófano donde a través de un gran ventanal de cristal observa los movimientos del personal de cirugía, compuesto por 1 medico cirujano estético y 4 enfermeras, todos vestidos con el común uniforme verde. Lo único llamativo es que cada una de las 4 enfermeras utilizan un collarín de cuero con una argolla metálica plateada. En la mesa del quirófano una anestesiada María Patricia Zurita, no tiene la menor idea de lo que ha pasado con su cuerpo en las ultimas horas. A su ya espectacular cuerpo de modelo se le ha añadido una carga completa de nanobots en cada uno de sus senos los cuales aumentaran su busto en 2 tallas y entrando a su sistema conformaran una nueva red neuronal que albergara su nueva personalidad, previamente implantada en su mente. Adicionalmente dos implantes más, uno en su argollado clítoris y otro, un receptor inalámbrico en la base de su cráneo, terminan por hacer de ella un nuevo juguete sexual. Helen activa un intercomunicador y se comunica con el esterilizado interior del quirófano.

– “Cual es el estado de la candidata”

Una de las enfermeras se aproxima al intercomunicador y le informa.

– “Todo ha salido según lo agendado, no hay ninguna reacción adversa y los nanos de su cerebro han sido activados y la candidata ha respondido a su activación en un 100%”

– “Muy bien, me parece muy bien… lo has hecho muy bien Mitzuki, has sido una excelente chica, puedes correrte para mi”

Los alargados ojos asiáticos casi ocultos tras la mascarilla de quirófano se cierran y el cuerpo de la enfermera Mitzuki tiembla al correrse a la orden de su dueña Helen.

– “Gracias… Misstres Helen soy una buena chica y me encanta obedecer”

– “En cuanto este lista lleven a la candidata a la sala en incubadoras”

– “Así será Misstres Helen”

Patricia es conducida a una gran sala de recuperación donde el personal médico se encarga de colocarla en una especie de vaina cilíndrica metálica. Al cerrarlo terminara aislada de toda actividad sensorial. A su cuerpo es insertado intravenosas para nutrirla, inocularle un coctel de fármacos que ayudan a condicionarla y mantenerle levemente sedada. Una mascarilla de oxígeno en su rostro cubre lo que queda visible debajo del casco de realidad virtual por el que en el transcurso del tratamiento recibirá el audio sintetizado de su voz y las imágenes de ella misma, generadas digitalmente, imágenes en las que aparecerá siendo utilizada como una esclava sexual en una variedad inimaginable de situaciones y escenarios. Las más de 1,000 repeticiones por hora de los mensajes en video y audio harán que ella entienda perfectamente cual es su nueva actitud para con sus dueños. Varios cables conectados a su cuerpo darán información exacta de su actividad neuronal, signos vitales y su estado de actividad sexual. Adicional a esto esta atada de cabeza a pies por bandas restrictivas, sus pezones y su coño cableados eléctricamente y su culo y coño llenos con vibradores que responden a las imágenes que entran es su cerebro. Patricia Zurita comienza a despertar y empieza a recibir la primera ronda de miles de rondas de adoctrinamiento que recibirá en los próximos 3 días, en los cuales la última fase de su conversión será completada.

– “¿Donde estoy…?”

Patricia se ve a si misma caminando hacia uno de los cuartos de maquillaje del canal de Televisión donde labora.

– “¿Qué estoy haciendo aquí?”

Al entrar al cuarto de maquillaje encuentra sentado en una silla a un hombre de saco y corbata que la observa al entrar y con una mano le indica que se acerque a el. Al aproximarse Patricia puede ver a una chica que supone ella del personal de maquillaje arrodillada entre las piernas del hombre, mientras el hombre con una mano sosteniendo el largo cabello de la chica le marca el ritmo de la mamada que la chica le da.

– “¿Qué demonios es esto?… esto no…”

Patricia observa como aquella verga entra y sale de la boca de la chica que con desesperación aspira, mama y lame cubriendo con su saliva la verga del hombre. Patricia empieza a excitarse y sus bragas se empiezan a mojar mientras en su mente no puede contener las ganas de mamar esa verga y solo se escucha a ella misma decirse “eso es lo que deben hacer las puta, obedecer, necesitas obedecer, mamar, coger y obedecer, tú eres una puta como cualquiera”

– “No yo no… aaaaggg”

Una descarga de placer barre el cuerpo de Patricia mientras ve como la chica ahora sube la falda y el hombre sentado le empieza a meter los dedos en el coño. El hombre vuelve a observar a Patricia y le indica que se acerque, Patricia se excita al obedecer y quedar junto a la chica que ahora mueve sus caderas al compás que marcan los dedos del hombre. El hombre sin más le dice

– “Bésala”

Patricia se aproxima a la chica y sintiendo como sus propios jugos vaginales escurren por sus piernas, besa apasionadamente a la chica, la cual empieza a acariciarle sus nuevas, grandes y sensibles tetas. En su mente no deja de escucharse a si misma decirse “te encanta esto puta, eres una puta y te encanta que te usen”

Patricia rompe el beso y mirando al hombre le dice.

– “Siiiii, soy una puta”

A un lado de la vaina donde el cuerpo de Patricia convulsiona de excitación, Helen y Robert observan tres monitores donde en uno de ellos pueden leer todos los datos que llegan del cuerpo de Patricia, en el segundo monitor hay un colage de imágenes de varios puntos del cuerpo de Patricia atado dentro de la vaina y en el ultimo monitor pueden ver las imágenes generadas digitalmente del primero de miles de encuentro sexuales que Patricia tendrá en las próximas 72 horas y que invaden su mente en ese momento.

Robert observa como uno de los vibradores penetra el coño de Patricia y la desvalida chica mueve sus caderas y sus atadas manos intentan aferrarse a un imaginario hombre que la somete, mientras su respiración se acelera, lo cual es obviamente visible en la imagen de su pecho y es también registrado en el monitor de sus signos vitales.

– Me parece que en este caso esto será mucho más fácil de lo que esperábamos.

– Concuerdo con usted Amo, al parecer esta candidata siempre ha sido una puta por naturaleza.

– No me es de extrañar la rapidez con que llego a ser la presentadora estrella del noticiero, ha debido estar muy ocupada.

– Así parece, le mantendré informado de los progresos de esta perra.

– Me parece muy bien, quiero tener una prueba de campo con ella en cuanto este lista, ahora cuéntame Helen ¿qué más tenemos para hoy?

Diciendo esto Robert y Helen se alejan de la batería de monitores donde una excitada Patricia ahora aparece sentada subiendo y bajando sobre las piernas del hombre, que se mantiene sentado, el cual la penetra mientras le lame y muerde los senos, que la chica de maquillaje desde la espalda de Patricia, sostiene ofreciéndolos al hombre mientras ella besa la espalda y el cuello de Patricia que ahora cabalga en las piernas del hombre entre gemidos de placer.

Robert y Helen avanzan por la amplia sala donde de lado izquierdo pueden verse de 15 a 20 incubadoras exactamente iguales a la que ocupa Patricia. Casi la totalidad de las vainas están ocupadas con las nuevas candidatas. Varias profesionales, incluyendo a Mitzuki, vestidas en ajustados trajes de minifalda parecidos a los de la estética, que marcan sensualmente sus senos en un amplio escote y casi no logran cubrir sus hermosos traseros, atienden a las nuevas profesionales en la última fase de su conversión. Las medias sostenidas por ligueros, los tacones de aguja y los collarines de cuero negro en sus cuellos rematan los atuendos de las dedicadas entrenadoras, mientras supervisan los monitores y realizan ajustes al programa de adoctrinamiento.

En una de las salas VIP de la Sala de Estetica Baxter una agotada Lizzy que esta acostada en la silla de atención, intenta contener sus gemidos mientras Lola le realiza una mamada de coño que la hace ver estrellas y sentirse completamente entregada a la voluntad de Lola.

– Ummmm… sigue por favor… me siento tan…

Lola la observa contorsionarse con cada lenguetazo que da al sensible coño de la desvalida chica, detiene la mamada y le empieza a insertar dos dedos.

– ¿Cómo te sientes Lizzy?

– Aaaaggg… me siento… tan… docil

– ¿Docil? Eso me suena a como si fueras algún tipo de mascota entrenada Lizzy

– Asiiii… Así me siento contigo… como si fuera tu mascota… tu perra…

Lola aumente el ritmo de los dedos que penetran en coño de la chica y la escucha gemir más y más fuerte.

– Así que una mascota… ¿Te gustaría ser mi mascota Lizzy?

– No puedo contenerme de pensar… que soy tu mascota…

– Eso esta muy bien Lizzy, muy bien, buena chica, pero las mascotas no piensan solo obedecen, pensar les causa malestar, obedecer les causa tanto placer…

– Necesito obedecer… Aaaaaggg… no pensar más, no pensar…. Solo obedecer.

Abriéndole las piernas a Lizzy, Lola se coloca entre sus piernas y con su mano libre la toma del cuello y la atrae hacia si hasta que sin resistencia alguna empieza a besarla y lamerle los labios mientras le bombea el coño ahora con tres dedos. Lola saca los dedos del coño de Lizzy y acariciándose sus propios senos cubre estos con los jugos de Lizzy y sin siquiera ordenar nada Lizzy empieza a lamer cada milímetro de los grandes y hermosos senos de Lola. Finalmente ambas chicas se abrazan, besan y acarician. Continúan masturbándose una a la otra hasta que terminar corriendose y agotadas descansan sobre la silla de atención.

Minutos después ambas chicas se levantan y sin cruzar palabras se separan, Lizzy va al vestidor a cambiarse y Lola arregla su uniforme. Al salir Elizabeth del vestidor la vergüenza y la humillación de todo lo pasado vuelven a su mente y mirando el piso empieza a despedirse de Lourdes.

– Buenoooo… yo queria decirte gracias por….

No puede terminar de decir nada pues Lourdes la toma con ambas manos de los pechos y haciéndole presión la coloca contra la pared mientras le fulmina los pensamientos con un apasionado beso de lengua. Elizabeth siente como es aplastada contra la pared por el cuerpo de Lourdes y como la lengua de esta sondea su boca y sin la menor resistencia intenta corresponder al beso. Un segundo después Lourdes rompe el beso y mirándola con una sonrisa le dice:

– Te veré la próxima semana, toma esta tarjeta y ya sabes que hacer Lissy.

Elizabeth la observa aturdida aun y sin mas responde.

– Siiiiiiii…. hasta la próxima semana.

Lourdes la suelta y ambas avanzan hasta la puerta y al abrirla Lourdes le dice al oído a Elizabeth mientras le acaricia el trasero por encima de la minifalda.

– Me encantas, eres una buena chica, hasta pronto.

– Hasta pronto… gracias, por todo…

Elizabeth sale del privado aun sin creer todo lo vivido pero con una nueva forma de ver la vida, se siente y se ve hermosa, nunca se sintió tan excitante y tan feliz. Una lástima que no pudiera compartir lo que siente con nadie, bueno si lo puede compartir… con Lourdes.

Llega a la recepción y entrega la tarjeta a una sonriente Ángela, mientras la recepcionista crea en el sistema su nueva cita de la siguiente semana, Elizabeth no puede dejar de mirar el revelador escote del traje de la chica, el cual casi no puede contener el excelente par de tetas que a cada movimiento de Ángela se balancean provocativamente. Finalmente Ángela termina y poniéndose de pie acompaña a Elizabeth a la puerta, esta vez el es hermoso culo de Ángela el que capta la atención de Elizabeth y al despedirse ambas chicas con un beso en la mejilla Elizabeth lanza una rápida mirada a la entrepierna de Ángela. Al caminar a su auto un pensamiento la hace excitarse tanto, en su mente solo puede pensar para si misma.

– “¿Ángela también tendrá el clítoris argollado?… sería delicioso si así fuera, me encantaría tener el clítoris argollado, seria tan excitante de tenerlo argollado”

Elizabeth termina por llegar a su auto estacionado en la calle, pasando junto a un local comercial de productos electrónicos que anuncia descuentos en las pantallas gigantes de TV de alta definición, que en ese momento en uno de ellos proyectan las imágenes del inicio del noticiero estelar de la cadena local de noticias. Una joven de cabellos castaños y prominente escote saluda a los televidentes.

– “Buenas noches amigos soy Raquel Salinas y este es su noticiero estelar del canal 23. María Patricia Zurita continua de vacaciones, esperamos estés disfrutando tu merecido descanso Patricia… Comencemos con los titulares…”

Patricia se encuentra en una exclusiva fiesta de gala en la azotea de un edificio de la ciudad, donde hombres y mujeres elegantemente vestidos caminan y conversan con sus conocidos entre champaña y caviar, que es repartido por camareras en sexys trajes de empleadas francesas y tacones de aguja de 3 pulgadas. Esta tan contenta de estar allí en medio de la fiesta, como siempre siendo el centro de atención por su fama y belleza. Se encuentra casi completamente desnuda, solo unos zapatos de tacón de aguja y unas medias negras con liguero cubren algo de su cuerpo. Su cuerpo que esta atado de los tobillos en sus piernas y de sus muñecas en sus brazos a un dispositivo de correas negras. El dispositivo que con un juego de botones, la hacen arrodillarse, ponerse de pie o inclinarse al frente.

Es todo un espectáculo observarla en medio de la fiesta con su cuerpo colocado en forma de X. Ver sus torneadas y largas piernas, subiendo un poco más ver ese culo firme y de nalgas redondeadas al final de una espalda un poco arqueada hacia delante, donde se marcan justo en el inicio de la cadera un par de hoyuelos a ambos lados de su espina dorsal. Su cabello negro azabache se desborda en cascada de rizos suaves sobre casi toda su espalda y algunos mechones caen por el frente cubriendo en partes sus grandes y redondos senos que suben y bajan acompasados al ritmo de su respiración. Justo debajo de sus senos un abdomen tan plano y firme como una pared de granito pulido y un poco más abajo de su piercing del ombligo un carnoso coño totalmente depilado que a cada momento se humedece más y más. Para rematar esta aquel hermoso rostro de facciones angelicalmente finas que engalana con unos ojos verdes expectantes y una boca de labios rojos que solo esperan ser usados.

Un hombre de traje azul y corbata roja se aproxima hacia ella acompañado de una escultural hembra de piel blanca y cabellos negros, que usando un cortísimo vestido plateado a juego con sus zapatos casi no logra cubrir nada de sus hermosos senos, su cintura y trasero de avispa.

La pareja se coloca frente a ella y ella les sonríe mientras siente como sus pezones se ponen duros como rocas y su coño se va humedeciendo, el hombre conversa con su pareja mientras no dejan de mirar a Patricia, la cual no entiende nada de lo que hablan. La observan por un momento como si se tratara de una pieza de arte y sin más el hombre acercándose a Patricia se saca la verga de los pantalones, la toma de la estrecha cintura y la empieza a penetrar con fuerza. La chica del vestido plateado se coloca a espaldas de Patricia y arrodillándose le separa las nalgas y empieza a lamerle el ano.

Minutos después Patricia no logra contenerse más y empieza a correrse como una puta mientras observa como otras tres parejas se han acercado a mirar el espectáculo de la fiesta, dos de los hombres ya están sacando sus vergas. En la mente de Patricia solo puede escucharse decirse a ella misma “Eres la puta más famosa de la fiesta, eres la puta más famosa de la fiesta y eso te encanta, ser una puta”. Empieza a correrse otra vez y ya para este punto ha perdido la cuenta de las parejas que la han usado y las veces que se ha corrido en las últimas horas, pero una cosa si es cierta, le ha encantado ser una puta.

Continuara…

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blackfires@hotmail.com

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