como sabe el lector después de mover las agujas del reloj el tiempo aparecí en plena guerra mundial en Rusia joder estaba en la nieve y allí estaban atacando los alemanes a un pueblo me vestí de ruso con ropa que encontré de uno de los que estaba allí tirado muerto. menos mal que en mi época hablaba ruso si nono se cómo me había enterado para hablar con ellos.

el pueblo no estaba muy lejos de la capital de Moscú y entre en una casa allí había dos mujeres combatiendo:
– quién eres tú -me dijo.
– soy un soldado que me he perdido he visto disparos y he venido aquí.
– nos están atacando no sé si podremos resistir mucho.
una de ellas se llamaba Irina y la otra Katerina había dos hombres también eran Dimitri y Alexander.
– si pudiéramos llegar a allí a donde -dije yo- hay un telégrafos podíamos mandar un mensaje a Moscú y pueden que nos manden ayuda.
– no está muy lejos.
– déjalo a mi- dije yo.
– camarada es una misión suicida.
– tranquilo iré.
claro ellos no pensaba que movería el reloj del tiempo para presentarme allí no iría combatiendo pues sería un suicidio y como sabe el lector no podía morir así que salí.
– te cubriremos -dijo- buena suerte si regresas te estaremos esperando.
así que me fui sin que me vieran moví el reloj del tiempo unos minutos solo para situarme donde decían ellos el tiempo es como si se detuviera pase por delante de los alemanes y llegue a telégrafos mande un mensaje a la capital para que mandaran ayuda luego aparecí donde ellos.
Dimitri y Alexander estaban muertos hay más gente entre ellos también niños ellas se echaron a llorar.
– no sé cómo lo has hecho pero gracias nos has salvado.
en unos momentos pareció la aviación rusa machacando las líneas alemanas y el ejército ruso los alemanes huían despavoridos la gente lloraba agradecida Irina y Katerina me besaban agradecidas.
– no sabemos cómo agradecerte lo que has hecho nos has salvado a todos.
– tranquila -dije yo.
tranquilo el pueblo se quedó tranquilo los alemanes habían huido y dentro de unos días llegaría el ejército ruso para ayudar a la gente que quedaba.
– como los has echo -me dijeron -eran imposible pasar y no morir.
– bueno tuve suerte y vuestros soldados -pregunte.
– ellos murieron todos. ellos fueron los últimos Alexander y Dimitri.
– siento no poder llegar antes.
– tranquilo has salvado a todo el pueblo mujeres niños y a nosotras nos pensábamos suicidar los alemanes ya sabes lo que hacen a las mujeres rusas parte de violarlas.
– si- dije yo.
estuve varios días allí en ese pueblo ruso y nuestra amistad se hizo más fuerte que una siempre relación.
– queremos -dijeron ellas- hacer el amor contigo.
– pero- dije yo- y vuestro maridos y novio.
– mi maído a muerto -dijo Irina.
– y mi novio desapareció – dijo Katerina- hace tiempo no sabemos nada de él. hace tiempo que no estábamos con un hombre y queremos agradecerte que te jugaras la vida y nos salvaras. con Dimitri y Alexander no pasó nada lo mataron. no tuvimos tiempo de tener relaciones además mañana llegara el ejército ruso y nos destinaran al frente quien sabe si moriremos y nos volveremos a ver.
así que fuimos a una habitación que quedaba en el pueblo los tres y nos desnudamos.
– haznos gozar -dijeron ellas- por si morimos queremos llevarnos el ultimo recuerdo.
así que se arrodillaron y empezaron a comerme la poya como si se le fuera la vida en ello.
– ya la echaba de menos -dijo Katerina.
– y yo también -dijo Katerina.
aunque no estaba arregladas y iban vestidas de soldados se veía que eran bellísimas si hubiesen tenido unos buenos vestidos y ropa adecuada .
-fóllanos- dijo Irina -estábamos deseando estar con un hombre ya llevamos varios meses sin sexo.
así que se la metí a Irina por el chocho ella se volvía loca.
– así así no pares Igor- que era mi nombre que me había puesto.
parecían dos fieras sedientas de sexo. Katerina le chupaba las tetas a Irina luego se la saque a Irina y se la metí en el culo a Katerina.
– así cabrón que gusto como follas nos vuelves locas nos pares.
luego hice que se follaran entre ellas mientras una de ellas me comía la poya.
– ahajaba esto es divino -dijeron ellas.
– si morimos -dijo Irina- no te olvidaremos.
dijo Irina:
– sigue nos partes e follarnos.
la comí el chocho a Irina mientras ella se lo comía a Katerina Irina se corrió no pudo aguantar más.
– ahahahahahaha así cabrón me vengo que gusto cuanto lo echaba de menos.
luego cambiamos y di por culo a Katerina mientras Irina la comía el chocho.
– así así dame bien Igor no pares rómpeme el culo quiero morir así no con esos malditos alemanes.
– comerme la poya zorras- dije yo.
– Sissi que rica verga tienes -dijeron las dos.
luego pajee a Katerina mientras la besaba en la boca Irina la comía el culo hasta que al fino también se vino.
– ahahahaha os quiero cabrones a los dos -dijo Katerina.
luego me chuparon la poya a mi hasta que me corrí y se tragaron mi leche fue una noche que no olvidare nunca llego el ejército rojo ellas se incorporaron a el yo aproveche para salir del pueblo sin que me vieran.
así que moví las ajugas otra vez del reloj y aparecí en Berlín joder conseguí un uniforme alemán la guerra estaba ya perdida no tardarían en entrar los rusos y las tropas aliadas a Berlín parecía un caos edificios destruidos la gente gritando y llorando muerta de terror yo me metí donde antes era un edificio de la gente de alta sociedad allí encontré a dos alemanas bebiendo champan riéndose.
– ven con nosotros oficial estamos pasando los últimos momentos que nos queda de nuestra vida. vamos a divertimos antes de que entre los cabrones rusos y nos maten.
así que me fui con ellas eran madre e hija se llamaban Frida y Ertha era madre e hija se estaban bebiendo sus últimos sorbos antes de que las mataran los rusos o las cogieran prisioneras.
– fóllanos y haznos gozar queremos ser tu putas antes que nos maten los bolcheviques esos bastardos ahí si el furher estuviera aquí verán esos bastardos.
así que me desnudaron y me chuparon la poya.
– mira mama que poya tiene seguro que los hijos putas los rusos no la tiene igual que los nuestros.
y se desnudaron.
– fóllanos queremos pasar los últimos momentos follando hasta que nos maten.
así que se la metí a Frida por el chocho mientras la madre la comía las tetas.
– ahahaha mamama como folla este cabrón que gusto así cabrón rómpeme el chocho quiero morir así- dijo Frida.
Ertha dijo:
– déjame algo para mi hija también.
luego me folle a Ertha.
– así así cabron rómpeme el coño a pollazos quiero pasar los últimos momentos así.
luego dejo caer el campan en el chocho de Frida y se lo chupe.
– a ahaja así cómeme el chocho capitán- me dijo ya que era el uniforme que me había puesto .
di por el culo a Ertha mientras su hija a comía el coño.
-ahahahaha me corro hija ahaha.
– córrete zorra como una buena zorra alemana que eres dijo su hija ahora fóllamelo a mi quiero gozar de los ultimo minutos que me quedan. ahahahhaa cabron como me rompes el culo que rico aunque me maten siempre recordare esto.
ya estaban entrando los rusos en Berlín sentí los disparos ellas terminaron de chuparme la poya y beberse mi leche y la última botella de champan que les quedaba.
– quédate con nosotras y muere con nosotras -dijeron.
– eso no es mi cometido -dije.
así que me fui mientras las dejaba allí pronto las cogerían los rusos y las matarían moví las agujas del reloj otra vez y aparecí en otra época EN EL PARIS DE LUIS XVI CONTINUARA

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *